Día 7.- Ronroneo Alfa: Nadie se mete con mi omega

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Día 7.- Ronroneo Alfa: Nadie se mete con mi omega


Korra hundió el rostro entre los senos de su alfa, afianzándose con fuerza de la blusa que esta usaba y enredando sus piernas con las de ella. El cuerpo lo más unido con el de su amada, como queriendo fusionarse con ella, mientras la pelinegra emitía alfa-feromonas tranquilizadoras y ronroneaba desde lo más profundo de su pecho para calmarla.

Se restregó en la calidez de su novia, reacomodándose para colocar su oído en el pecho y sentir mejor las encantadoras e hipnóticas vibraciones que en conjunto con el dulce aroma y las caricias amorosas en sus hebras caoba, poco a poco la llevaban a un trance de sosiego.

Necesitaba tanto esto... después de todo hoy había sido una noche terrible.

Era el partido de clasificatoria para las finales de pro-control y por su maldita mala suerte les tocó pelear contra los Lobo-murciélagos, un equipo de muy mala reputación.

Trampa tras trampa y con árbitro comprado esos malnacidos labraron su camino para ganar la batalla y con ello el paso a las finales. Pero para su desgracia, como si eso no hubiera sido ya de por sí malo, el despreciable Tahno había empeorado todo al final, jactándose de su victoria ante los medios y escupiendo venenosas palabras.

"¿En verdad esperaban ganar, Hurones de Fuego? Imposible. No solo es malo que dos de ustedes sean betas, sino que además tienen una inútil omega entre sus filas. Los omegas solo sirven para follar y parir. Que patéticos, nunca podrían hacer nada contra tres alfas."

Su sangre bullía de la pura rabia, frustración e impotencia. ¡Ellos podrían haberles ganado en condiciones justas! Es más, ella sola podría haberlo hecho porque sí, era omega a mucha honra, pero ella sola tenía mucha más fuerza, valentía, inteligencia e integridad que esos tres imbéciles pseudo-alfas.

Oh, cómo quería partirle la cara a esa rata engreída... pero respiró y se abstuvo. En su lugar controló a Bolin y a Mako que amenazaban con golpear a Tahno por haber menospreciado e insultado a su amiga; al final los convenció de marcharse para no dar un mal ejemplo a sus fans ni quedar mal ante las cámaras.

Ellos sí eran un equipo honesto y decente, por lo que salieron con la frente en alto teniendo a Korra a la cabeza con rostro estoico ante el flash de los reporteros.

Sin embargo, esa fachada cayó apenas llegó a su casa.

Los chicos la fueron a dejar, lamentándose por el asunto. Durante el viaje recibió llamadas de preocupados familiares y amigos que habían visto el evento televisado; y estos, al ver que no contestaba, mandaron mensajes apoyándola, animándola, consolándola y demás. Todos estaban indignados por la situación, pero ella no tenía ánimo para responderles y los ignoró, solo contestando el mensaje de la única persona que podría hacerla sentir mejor, haciéndole saber que estaba en camino.

Aunque Asami había planeado ir al juego, como siempre lo hacía, lamentablemente ocurrió un accidente en la compañía, por lo que tuvo que ausentarse e ir a resolverlo. Menos mal no pasó a mayores, pero cuando terminó de atender el problema ya había acabado el evento. No supo los pormenores del asunto, solo vio en un banner de noticias de su Satocell que el equipo contrario había ganado, por lo que le mandó un mensaje a su pareja diciéndole que la estaría esperando en casa con una cena deliciosa. Ya que era una pésima cocinera (Korra era quien cocinaba en el hogar desde que se habían mudado juntas hace un año) y no había tiempo para experimentar, pasó por el restaurante favorito de su novia y pidió todos los platillos favoritos de esta, esperando que con ello se animara. La comida deliciosa solía ayudar a su pareja las pocas veces que los Hurones perdían o cuando algo no salía como quería.

Omegacember KorrasamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora