Día 3.- Instinto: Sensación desconocida

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Día 3.- Instinto: Sensación desconocida


Era la reunión integral semestral, es decir que solo había dos de estas al año y eran extremadamente importantes.

Pero... ¿Por qué eran tan importantes?

Sencillo, un representante de cada departamento de las 5 sedes que Industrias Futuro tenía a nivel internacional era requerido el día de hoy para mostrar los estados de su área.

¿Qué avances habían hecho?

¿Cómo iban las ventas?

¿Habían cumplido metas?

¿Tenían propuestas innovadoras?

¿Informes importantes de transmitir?

¿Cómo estaba el ambiente laboral?

Todo debía ser plasmado el día de hoy y Asami estaba ansiosa de interactuar con sus trabajadores y conocer más a fondo las realidades de los últimos seis meses de cada sucursal de su empresa, para así saber qué tuerca debía ajustar para que la maquinaria de Industrias Futuro siguiera funcionando de forma impecable. Correos electrónicos iban y venían siempre, pero nada como el contacto directo con la gente.

Era un solo día, todos reunidos en una incansable junta que solo terminaba hasta que el último informe fuera expuesto y analizado.

El horario laboral, normalmente respetado, salía por la ventana; pero sus empleados no se quejaban porque esto solo era dos veces al año, además les pagaban por triplicado cualquier hora extra y la CEO Sato era una persona que no veía a los empleados solo como estadísticas para su beneficio, sino que siempre intentaba ayudarlos. Por ello era un gusto retribuir con esfuerzo, a pesar del cansancio.

Llevaban dos horas reunidos, todo lo expuesto iba de maravilla, pero entonces... ¿Por qué se sentía tan dispersa?

Su mente no estaba en las gráficas del Power Point ni en los documentos que el nuevo ponente de Marketing de Ba Sing Se le había facilitado. No. Por más que se intentara concentrar su mente iba a cierta morena que había dejado dormida en la mansión, por la mañana.

Sí, sí, no era raro pensar en Korra. De hecho, el avatar era un pensamiento recurrente en su día a día y era normal, después de todo aún su corazón no podía creer la suerte de que sus sentimientos fueran correspondidos por la omega más poderosa del mundo... No, mas bien por el ser humano más poderoso del mundo, porque con esos músculos y ese poder sobre los elementos su amada podía dominar y vencer a cualquier alfa de ser necesario. Así lo había hecho en ocasiones anteriores, y así seguiría siendo.

Sí, definitivamente lo raro no era pensar en su prometida, lo extraño era esta sensación de vacío en el estómago que estaba teniendo al rememorarla.

Normalmente cuando la omega venía a su mente, traía consigo un sentimiento de calidez, de ternura, infinito amor e incluso pasional excitación que en más de una ocasión la habían orillado a encerrarse en su baño privado y masturbarse hasta la liberación para que nadie en la oficina la encontrara con una visible erección.

Pero ahora, se sentía ansiosa y las manos le sudaban... se sentía incómoda sentada en su propia sala de reuniones con aquellos alfas, betas y omegas. Era como si no tuviera que estar allí, como si ese no fuera ahora su lugar, como si no perteneciera y debiera buscar el sitio ideal.

Omegacember KorrasamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora