Día 21.- Celo Omega: Un nuevo comienzo

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Advertencia: Este capítulo es la continuación del capítulo del día 17, por ende, tiene referencias implícitas y explícitas de contenido romántico/sexual que involucra a mayores y menores de edad (maestros y alumnos adolescentes). Si esta temática no es de su agrado, por favor omita este día de lectura y vuelva mañana. Dada esta advertencia cualquier comentario inapropiado será eliminado.

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Día 21.- Celo Omega: Un nuevo comienzo


—¡Segundo lugar en la Competencia Intercolegial Nacional! ¡Korra, eso es fantástico!

El único sonido que obtuvo por respuesta fue el del murmullo del ascensor subiendo al piso solicitado, pero esto no desanimó a Asami.

—Sé que querías el primer puesto... pero no siempre se puede. Fuiste una digna competidora, demostraste tus conocimientos dando lo mejor de ti misma y eso es lo único que cuenta. Todos en la escuela estarán orgullosos de ti, también tus padres... y yo... yo ya estoy muy orgullosa de ti...

Ahora, la respuesta a sus palabras motivacionales, fue el timbre del ascensor al abrirse y los subsiguientes pasos saliendo de este mientras con Korra encabezando el camino se dirigían a la habitación del hotel donde ambas se quedaban. Pensando en que "La tercera es la vencida" Asami lo intentó una vez más.

—Obtuviste un trofeo, una medalla e incluso una Tablet nueva, eso es genial... pero, y sé que no es mucho... ¿Quizás quieras algo especial de comer también? Vamos, yo invito. Después de todo la cena para los ganadores no será sino hasta mañana...

Cuando ambas llegaron a la puerta del cuarto el silencio sepulcral imperó en el lugar. Tras unos minutos Asami se rindió y con un suspiro sacó la tarjeta de acceso de la habitación pasándola por la ranura. Una vez desbloqueada la puerta Korra no perdió el tiempo e ingresó a la estancia rumbo a su cuarto.

—P-por lo menos deberías pedir algo de servicio a la habitación para cenar, no has comido desde la mañana.

—No tengo hambre.

El azote de la puerta que dio la alfa declaró el abrupto término de aquella casi nula interacción.

La ojiverde suspiró nuevamente, cerrando la puerta principal tras de sí y apoyando su espalda en esta con resignación.

—Bueno... al menos hoy pude sacarle tres palabras... eso es algo...

Masajeándose el puente de la nariz, la omega fue a su propio cuarto a hundirse en el abismo del autodesprecio.

Esto era un desastre... y todo era culpa suya.

Hace un poco más de seis meses, cuando fue el primer celo de Korra y tras aquella disputa que tuvieron, todo había sido paradisiaco. En total habían permanecido siete días en aquella habitación ¡Siete! Cuando los calores suelen durar entre 3 a 4 días, a lo mucho 5 en casos muy fuertes. ¡Esa había sido la rutina más larga presentada en la Institución Raavaatu según los documentos que había investigado! Y cuatro de aquellos diete días se la habían pasado follando sin restricciones.

Gracias a los espíritus su mamá desde joven la había aleccionado a usar inyecciones anticonceptivas y no pastillas, por lo que estaba protegida, sin ningún riesgo ante las múltiples cargas en su útero recibidas.

A todas horas, en todas las posiciones y por todos los agujeros humanamente posibles aquella increíble polla morena la había dejado abierta y llena de la exquisita y cálida leche.

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