veintiséis
⋇⋆✦⋆⋇
↳ la ira de la muerte ↲
HACIENDO FUERZA DESDE MI POSTURA, curvé los dedos en las palmas de las manos llenas de sudor, forzando el puño hacia el saco de boxeo que tenía delante. El impacto hizo que la mujer que lo sostenía se tambalease ligeramente, antes de recuperar el equilibrio.—Bien—,dijo Rosita, inclinando la cabeza.—Otra vez—.
Me pasé el dedo índice por la superficie del pulgar, inhalando bruscamente. Llevábamos horas de trabajo. Me dolían las manos, sin embargo, fui yo quien le pidió ayuda. Después de presenciar el puñetazo que Glenn le había propinado a Aiden, sabía que aprender el movimiento de defensa personal de forma adecuada era lo mejor para mí. Por supuesto, no había persona a la que prefiriera preguntar que a la que me dijeron que le había enseñado a realizar tal acto: Rosita Espinosa.
En cierto modo, nos reflejamos mutuamente. No podía estar seguro de cómo; ni siquiera de por qué me sentía así. Había hablado con ella en múltiples ocasiones, pero la mayoría de las veces, en presencia de otras personas. Con sólo nosotras dos en este pequeño garaje, una bolsa llena de arena colgada para golpear contra ella; aprendí más sobre ella de lo que había atrapado en un principio. Era fuerte, intimidante. Sólo unos pocos miembros del grupo tenían el tipo de frente para mostrar esto. Como por ejemplo, Rick. Abraham. Hay algo en ellos. Lo principal que compartían, era que no les asustaba ser el malo, si eso era lo que había que hacer. Hacer daño, matar. Eso requería una fuerza que ni siquiera yo podía reunir a veces.
Cuatro.
Me había cobrado cuatro vidas entre mi padre, mi hermana moribunda y los dos asaltantes con los que nos habíamos topado dos veces en el camino a Terminus; pero no sin vacilaciones ni remordimientos. Pensar en tener tal poder como para acabar con una vida, era una píldora extremadamente grande de tragar. Era capaz de conceder la muerte a alguien, como si tuviera la ira de la muerte.
—De acuerdo—.Respondí, moviendo los brazos para calentarlos.
Mantuve la mirada en la bolsa, con los pies en el suelo. Con su asentimiento, en un movimiento firme giré hacia atrás, con cuidado de no arrastrar el hombro conmigo, y luego di el golpe. Rosita me soltó y volvió a estar a la vista.
ESTÁS LEYENDO
𝐂𝐎𝐋𝐃 𝐇𝐀𝐍𝐃𝐒 | ᶜᵃʳˡ ᵍʳⁱᵐᵉˢ ✓
Fanfiction"Nunca dije que te odiará. Solo que...me desagradas bastante" ➛en la que la ira inmadura de un chico, choca con la misericordia oscura de 𝘦𝘭𝘭𝘢. [starting season: four] carl grimes x oc | actualizaciones lentas | sin editar 𝗂𝗇𝗂𝖼𝗂𝖺𝖽𝖺: 𝟢𝟦...