cuarenta y cinco. recuerda

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cuarenta y cinco
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recuerda

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LA VIDA es una fuerza de ser absoluta y totalmente continua

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LA VIDA es una fuerza de ser absoluta y totalmente continua. Donde hay nacimiento de una entidad justa, hay una vida. Hay un flujo de ella, tan fuerte, que se esfuerza a lo largo de todo el tiempo de existencia de esa alma mortal. Enhebra ese ser a través de la esencia de la vida; el corazón late, la sangre corre, el diafragma se expande - simplemente existe, porque eso es exactamente lo que es la vida.

La vida es continua. Para siempre, y por siempre. Porque, una vez que un alma ha consumido todo su poder, la vida sigue teniendo un control sobre ella. Todo porque, una vez que algo ha vivido, vivido de verdad, nunca más va a estar quieto. Incluso sin el cuerpo, el alma puede seguir respirando, en cierto modo. Nuestras almas, en su forma más simple, son trozos de energía en bruto.

Como los científicos solían afirmar, bajo las leyes de la termodinámica: La energía puede ser cambiada de una forma a otra, pero no puede ser creada o destruida.

Así es como la vida es continua.

Al principio de este largo viaje hacia algo más que la supervivencia, estaba luchando. Luchaba por mí misma. Todo lo que quería entonces, era un lugar donde apoyar mi cabeza para descansar. Agua fresca y pequeñas cantidades de comida, si podía tener esa suerte. Alrededor de mi cintura, llevaba fundas para armas que ningún niño debería ceder. Los bolsillos tintineaban con la vibración metálica de las balas. Mis manos nunca habían estado tan manchadas con los restos de otra persona. Yo era un monstruo. No del tipo que solía tener miedo de vivir bajo mi colchón apuntalado. No algo como mi padre. No, yo era algo completamente distinto. Lo que era tan extraño, era que sólo me estaba adaptando a todo lo que me rodeaba. Todos. Todos éramos monstruos, vivos o no. Tal vez los muertos, incluso menos que los que quedaban vivos. Sus almas poseían poca o ninguna penitencia. Pero nosotros? Teníamos una vida de tortura en las profundidades de un lugar mucho peor que el infierno, por sobrevivir. Los supervivientes sólo existían entonces, sin mérito. Éramos más espantosos, más sangrientos y más mortíferos que aquellas criaturas a las que temíamos en el bosque.

𝐂𝐎𝐋𝐃 𝐇𝐀𝐍𝐃𝐒 | ᶜᵃʳˡ ᵍʳⁱᵐᵉˢ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora