Capítulo •4

1.9K 151 93
                                    

"
André

- Así que... Alex, ¿No?- Preguntó Andrea a la novia de mi hija.

- Si, Señora. Es un placer conocer a la familia de Angie.

- ¿Angie?- Preguntó Clara.

- Si, así le digo, para no confundirla con su madre cuando me cuenta de ella. Es una lastima que no esté hoy en día.- Andrea carraspeó.

- Soy su madre, Alex.- Aclaró ella- Andrea Salvatorre Gutierrez.- Se presentó extendiendo su mano para estrechar la de ella.

- Perdón la imprudencia pero, Angie me dijo que usted estaba mu....- La interrumpí.

- ¿Muerta? Si, lo estaba. Pero ese es un tema familiar y muy privado.

- No quise sonar metida, perdón.- Dijo ella.

- Andrea, ¿Puedes venir conmigo?- Pregunté tirando de la mano a mi espo... a Andrea.

No dejé que respondiera, la tiré de la mano hacia la cocina y cerré la puerta.

- Sueltame, me ensucias.- Se quejó tirando de su mano.

- ¿Si te diste cuenta que la novia de mi hija es la hija de Enzo y...

- Enzo y Mónica, si. No soy estúpida, Samuel.

- ¿Qué vamos hacer? No sabemos los planes de esa niña.- Comenté caminando de un lado a otro.

- ¿De que te preocupas? Deja que Andrea se vaya conmigo, la saco del país y se acaba el tema.- Dijo sarcástica.

- No voy a permitir que te lleves a mi hija.- Dictaminé deteniendo sus pasos.

- O sea, prefieres que ella esté con unos desconocidos en Rusia y no con su madre. Que genio eres. Los años si te han servido para madurar.

- No trates de ofenderme, Andrea. El problema no somos nosotros. Nuestro mayor problema es esa niña, misma niña que se encargó de enamorar a la nuestra.

- Exacto, nuestra hija, nuestra niña. A la que debemos proteger y no sacar de país a lo loco.

- Ya olvidaba lo mandona que eres.- Rodó los ojos.

- Ya. Tratemos de conocer a Alex, quizás ella no tiene nada que ver con sus padres. Recordemos que los que si están muertos son Enzo y Monica.

- ¿Por qué estás tan segura? Tu también fingiste tu muerte.

- Que tarado eres, eh. El cuerpo que abrazaste en la mansión de Enzo, era el de Mónica.

Recordé que la chica no tenía cara, hice una cara de asco y Andrea mordió la comisura de su labio, tratando de no reír.

- Y a Enzo le di un balazo en la cabeza antes de salir, nadie sobrevive a eso.

- Estás loca, necesitas un psiquiatra.

- Me traen uno y le rezo- Dijo ella arqueando una ceja. 

- Por cierto, ¿Qué haz hecho todos estos años? ¿Follar cómo o con un fantasma?

- Al menos si he follado.- Se burló.

- Estúpida.- Dije entredientes.

- Ahora que lo recuerdo, me comentaron de un tatuaje ahí.- Señaló mi entrepierna y me tapé con las manos a pesar de tener pantalón.

- Cállate.

- ¿Qué? No me digas que se te encogió. ¿Ahora es del tamaño de un gusano?- Preguntó burlándose. Reí.

El Reencuentro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora