Super Trouper - Zhuiling

Día 90

—Baobao, ¿has visto mi collar?

—...Lo deje sobre el tocador.

—Baobao, ¿tienes mi botella de agua?

—Ten.

—Baobao, ¿qué tal me veo?

—...

—¿Baobao?

Jin Ling tuvo suficiente.

—¡Lan Sizhui deja de llamarme así!—Se quejó con el rostro rojizo tanto de la vergüenza como de la furia.

No fue sorpresa que el azabache no se intimidaba por sus gritos, en su lugar, Lan Sizhui aún mantenía esa serena expresión en su rostro. Incluso tenía la audacia de sonreír como si el arrebato del más joven le pareciera adorable.

Para Jin Ling no debía ser sorpresa que el azabache no cayera ante sus gritos, Sizhui seguía manteniendo esa expresión de serenidad en su rostro, incluso sonreía como si le pareciera adorable aquel arrebato del más joven.

—¿Por qué no debería hacerlo? Tu mismo me lo pediste, y yo prometí que te llamaría de esa manera. No puedo romper mi promesa.

El ojo del castaño temblaba por aquella respuesta racional y llena de verdad, odiaba que Sizhui tuviera la razón.

Jin Ling maldecía a su yo ebrio, porque el anhelo de ser llamado de esa manera era un secreto que estaba dispuesto a llevar hasta la tumba. La verdad era que en sus anteriores relaciones jamás había sido aficionado a llamar a sus parejas por motes amorosos, ni que estos le llamaran a él. En su tiempo le había parecido una idea desagradable por lo cursi que era, pero con Sizhui las cosas siempre parecían ser distintas. Todo lo que Jin Ling en su momento había aborrecido, ahora fácilmente podía imaginarse a sí mismo haciéndolo con Sizhui.

Pero todas esas cosas debían haberme mantenido en secreto. El solo se había traicionado al divulgar esa información a la persona que jamás debía saberlo. Solo agradece que su yo ebrio no hubiese sido tan boca floja, o de otra manera el secreto del comportamiento de Sizhui bajo los efectos del alcohol habría salido a la luz. De conocerse, esto sería penoso para el idol, pero aún más vergonzoso para él ya que tendría que dar múltiples explicaciones por saber anteriormente de los sentimientos del azabache.

Además que no sentía que podría soportar explicar como Sizhui había atado sus manos llamándole suyo. Habían pasado semanas de eso, pero Jin Ling aún se quedaba perplejo de solo recordarlo.

Pero eso no salvó a Jin Ling de esconderse bajo las sábanas de la cama la mañana tras su salida con Wei Ying, aquello en un inutil intento de no hacer frente al mayor tras sus acciones y palabras de la noche anterior. Como era de esperarse, el idol no le permitió perderse en su desesperación. Entre suaves besos y palabras de afecto (entre ellas, aquel nuevo mote), Sizhui consiguió hacerle salir de su "escondite" para mimar a su muy abochornado pero también padeciente ser, que sufría de las consecuencias de todo el alcohol que Wei Ying le hizo consumir.

Aunque los recuerdos de su penoso actuar dolían más que el punzante dolor de cabeza.

Sizhui, como el caballero que era, se encargó de curar su resaca con pastillas además de deliciosa comida y mucha agua. También curó su avergonzado ser, asegurando que no tenía nada de malo el desear ser llamado de esa manera.

—Yo también quería llamarte de una forma especial, baobao.

En su momento Jin Ling se dejó llevar por el agradable momento, permitiendo que aquel a quien tanto adoraba y amaba consiguiera eso. Pero ahora se arrepentía un poco porque Sizhui no dejaba de llamarle así.