Jin Ling recién graduado de la universidad y con altas expectativas consiguió trabajo gracias al nepotismo, pero pronto la realidad cae sobre el al volverse el manager de uno de los ídolos mas queridos de toda China.
Universo alterno.
Mención de otr...
Sinopsis: Algo cambia en Sizhui tras el programa de "Estrellas fugaces"
🔥🔞Advertencia: Capítulo con contenido +18. Si eres menor de edad, no lo leas (aunque sé que lo harán, pero están avisados)🔞🔥
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—Ge...¡Ah!...Gege.
Los dulces gemidos del castaño llenaban el estudio de baile, haciéndole morderse el labio inferior mientras que sus manos se aferraban a sus caderas con mayor fuerza y aumentando el ritmo de sus penetraciones.
Quería escuchar más de aquellos obscenos sonidos que salían de sus labios.
—Gege no...tan rudo...
Su mirada fue al frente, concentrándose en la imagen que le daba la pared de espejos.
El rostro de Jin Ling estaba perlado de una fina capa de sudor y con sus mejillas acaloradas. Con sus labios entreabiertos e hinchados debido a la intensa sesión de besos que los había llevado a ambos a despertar sus apasionados deseos. Lágrimas caían por aquellos orbes ocres.
El ver a su amado de esa manera no hizo más que aumentar su excitación junto con sus deseos de hacer a Jin Ling completamente suyo.
Apoyó su rostro contra su hombro, besando su cuello antes de hablar contra su oído.
—¿Duele mucho A-Ling? Si te duele entonces pararé. Prometí que siempre cuidaría muy bien de ti, no...—mordió ligeramente su labio inferior, entrecerrando los ojos ya que él mismo se sentía tan cerca de llegar a su orgasmo pero tenía que aguantar.— no quiero lastimarte.
Cumpliendo con su palabra ralentizó el ritmo de sus estocadas, siendo más suave con su querido Jin Ling. Aunque ahora evitaba a propósito estimular aquel punto que anteriormente había llevado a Jin Ling a volverse un desastre de gemidos y jadeos.
Mientras seguía moviéndose, no paraba de besarle. Primero lo hacía en su mejilla con adoración, antes de bajar por su cuello dando besos húmedos y pequeñas mordidas que le arrancaban jadeos al manager. Sonrió al notar como las piernas de este temblaban, y debía apoyar sus manos contra el espejo del estudio.
—Gege...ah...por favor...—Jin Ling seguía gimiendo, mirándole a los ojos desde el espejo.
Sizhui sonrió, satisfecho con las expresiones tan necesitadas del castaño. Ese era su sueño, ver a Jin Ling así de necesitado por él, que le deseara sólo a él.
—¿Qué pasa mi A-Ling?—preguntó sin poder esconder su felicidad.—Mira lo hermoso que te ves.
Aún le tenía aferrado con una mano, pero la contraría había comenzado a subir por su abdomen levantando la única prenda con la que Jin Ling aún se encontraba vestido. Terminó de subir su camiseta, mostrando la manera en que el pálido abdomen tenía marcas de mordidas e incluso sus pezones erectos aún estaban hinchados, de un color brillante y con marcas de sus dientes alrededor.
