Super Trouper - Zhuiling

Extra: En el que el gatito tomó un camino distinto

En una sala a oscuras, un chico se encontraba recostado sobre el sillón, con su mirada fija en el techo de la habitación y sus ojos entrecerrados, en un vano intento que su cabeza dejara de punzar. Tras unos minutos donde el dolor solo se intensificó, se rindió ante este y su esfuerzo por no tomar pastillas para eliminar su jaqueca.

Soltando un pesado suspiro, tomó su mochila que había estado descansando a su lado. De la primera bolsa sacó un bote de pastillas para el dolor de cabeza, era triste como a lo largo de estos meses estas se habían vuelto sus mejores amigas.

Metió dos a su boca, tomando su botella con agua y dándole un largo trago como si estuviera en uno de esos concursos de beber cerveza. Limpió su barbilla, quitando las gotas de agua que habían alcanzado a resbalar de sus labios. Mientras miraba el cielo nocturno, una vista que le brindaban las paredes de cristal de aquella gran casa, solo podía pensar en aquel deseo y ambición que se había formado desde que comenzó a trabajar.

Iba a matar a Lan JingYi.

Aún no podía creer que aquel maldito adicto al pollo frito hubiese logrado estafarlo de una manera tan descarada.

Jin Ling se negaba a creer que era su culpa por no haber escuchado la voz racional en su cabeza. Por supuesto, le pareció muy extraño la manera en que Lan JingYi había hablado tantas maravillas de Lan Zhan porque, si trabajas tan bien con alguien no querrías ser separado de este.

Le fue inusual, pero aunque esa parte racional de su cerebro le pedía que no eligiera a Lan Zhan, la realidad es que Jin Ling se dejó cegar por sus emociones. El enojo contra su jiujiu y su padre, y el miedo por lo que significaba ser un manager.

Por su mente solo pasaron todos los problemas que podía tener si se encargaba de Lan Sizhui. El idol se encontraba en un momento crucial de su carrera, el dejar al suave Lan Sizhui cantante de dreamy indie para mostrar su lado más enérgico como un cantante pop. Trabajar para el idol habría sido demasiado estresante, porque no solo era aquel cambio sino que este tenía programada una gira por toda China. No había que él, Jin Ling, un recién graduado y con cero experiencia en esa área podría encargarse de todo eso. La responsabilidad era inmensa y no había manera en que pudiera hacerse cargo sin mínimo haber sufrido un colapso nervioso por tanto estrés.

En comparación, trabajar con Lan Zhan le había parecido ser el mejor camino. El hombre de ojos dorados ya contaba con una carrera estable, encima este se encontraba en una temporada de descanso por lo que no tenía que preocuparse más que de asistir a entrevistas o colaboraciones con marcas de renombre.

Ahora Jin Ling no podía más que reír amargamente por su yo tan inocente de hace seis meses.

No tenía sentido lamentarse por cosas que ya habían pasado. Solo le quedaban seis meses para que su contrato terminara y volviera a Lotus&Koi para gozar de los beneficios del nepotismo. Aunque la realidad era que Jin Ling no estaba seguro de poder soportar los siguientes seis meses.

En solo ese tiempo sentía que ya había envejecido unos diez años. Constantemente tenía aquellas oscuras marcas bajo sus ojos, había perdido algo de peso, incluso había tenido que aumentar el número de productos de su kit de skin care porque se negaba a que su piel reflejara lo cansado que se encontraba.

Lan Zhan era uno de los idols veteranos más queridos de toda China, desde que comenzó su carrera llamó la atención del público, siendo amado e idolatrado por todos. Algo curioso siendo que la música de Lan Zhan no era la que se esperaría de un idol, este se especializaba en música tradicional pero este hecho al parecer solo ayudó a que su fama aumentara.

Además de su talento, el hombre era bastante apuesto atrayendo al público femenino pero también al masculino. Jin Ling fácilmente podía describirlo como "la elegancia personificada", por su porte pero también aquel carácter serio que le distinguía. Lan Zhan no causaba ningún conflicto o escándalo, era demasiado reservado.