𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐎𝐂𝐇𝐎

2K 250 128
                                    

—Kuroda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Kuroda.— habló Sanzu con el celular pegado a su oreja..

Sí señor.— contestó él por la otra línea telefónica.

—Vé a buscar a Hiromi al aeropuerto. En una hora el avión debe de estar aterrizando... Llevala a su casa y que llegue bien.

Como usted ordene.

Hiromi bajaba por la escalera mecánica con su equipaje

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hiromi bajaba por la escalera mecánica con su equipaje. Alzó la vista al llegar al primer piso y vio a Kuroda que traía en sus manos un pequeño cartel que decía "Srta. Hiromi". Se acercó a él para saludarlo con una sonrisa que vino practicando todo el camino en el avión para su padre. La aplicó también con Kuroda.

—Señorita Hiromi.— saludó él de forma cortés, como siempre. Desvió la vista tratando de localizar a su jefe. —¿Y el señor Sanzu?.

—Por el día de hoy, soy solo yo Kuroda. El... señor Sanzu viene en el vuelo programado.— respondió mientras comenzaba a caminar fuera del aeropuerto.

—Permítame.— tomo su maleta.

—Adelante mi vuelo, él llegará solo...— habló con tristeza.

Kuroda al llegar al auto abrió la puerta trasera para que ella se subiera. —¿Le gustaría hablar?.— sugirió él.

—Eres bueno escuchando...— le sonrió. —Pero supongo que esta vez solo quiero mantener el viaje a mi casa en silencio si te parece...

—Entiendo.— sintió pena por ella.

Todo el camino fue como ella quiso; en completo silencio, uno que le calaba fondo, pero el que quería mantener hasta llegar a casa.

Miraba por la ventanilla, sus ojos estaban algo hinchados y rojos, al igual que su nariz, color que se dejaba marcar aún más por lo pálida que era su piel.

Se estaba hundiendo en sus pensamientos hasta que varios mensajes le llegaron a su celular haciendo que su mente desconectara su juicio. Movió la cabeza para despabilar un poco, buscó entre sus cosas el móvil, una vez lo encontró vió de inmediato la pantalla. "4 mensajes nuevos: Cariño".

THE DEVIL IS BETWEEN MY LEGS | Haruchiyo "Sanzu" AkashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora