𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐒𝐄𝐈𝐒

1.8K 233 225
                                    

Hiromi se dijo insultos a sí misma, se abofeteó mentamente, incluso le dio patadas a su subconsciente para que tomará una posición más valiente ante aquel hombre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hiromi se dijo insultos a sí misma, se abofeteó mentamente, incluso le dio patadas a su subconsciente para que tomará una posición más valiente ante aquel hombre.

—Hola... Niña.— la saludó Takeomi con una sonrisa que hizo encolerizarse más a Hiromi.

De un manotazo nada suave quitó la mano de Akashi de su mentón. —No soy una niña.— se levantó de su asiento y desafió con la mirada al mayor. —¿Qué haces aquí?.

Él se retrajo un poco. —¿Yo? No... La verdadera pregunta es qué haces aquí.

—Eso no es de tu incumbencia.

Takeomi se sorprendió. Levantó ambas cejas. —Me tuteas.— la miró de arriba a abajo. —Creciste. O sino... cómo es que te atreves a tutearme.

—Tuve que haberlo hecho desde el momento en que te conocí.— frunció su entrecejo.

Negó con la cabeza. —Tsk, tsk, tsk.— chasqueó repetidas veces su lengua mientras comenzaba a caminar a su alrededor observando cada centímetro de su cuerpo. Se acercó a su oreja por detrás de ella y habló: —Me agradabas más cuando me tratabas de usted.

Ella automáticamente se separó de él. —Solo trato de usted a las personas que respeto.

—¿Y ya no me respetas?.

Ella sonrió irónicamente. —¿Debería?.— alzó una ceja. —Casi jodes mi vida, mi carrera, mi apellido.

—Por un breve tiempo lo último no fue un problema ¿o si?.— se burló.

Recordó algo que odió. —Callate.

—Realmente cuando Sora me dijo que te conocía quedé desconcertado.— Hiromi desvió su vista a aquella chica que la miraba con tristeza. —Hablaba y hablaba de una mujer refinada y sinceramente quise saber de tí sin saber que eras tú.— se rió. —Pero mira mi sorpresa... Solo por curiosidad le pregunté tu nombre y casi se me cayó la boca cuando escuche que era mi hermosa, distinguida, sobresaliente... y astuta Hiromi.— dijo mientras tocaba con la parte superior de sus manos una de las mejillas de ella.

La pelinegra de manera arisca manoteó violentamente otra vez su mano. —Aleja tus manos de mi y solo limítate a observarme.— escupió esas palabras con rabia. —No. Es más... Ni siquiera te atrevas a mirarme.

—Vaya... Tus modales se esfumaron por completo...— se situó detrás de ella. —Y como no, si hasta te conseguiste un novio como él.— soltó como mofa al ver al pelirrosa que caminaba de manera acelerada hacia ellos.

Hiromi chocó miradas con Sanzu y vió como su rostro expresaba molestia mezclada con desconocimiento ante lo que pasaba.

"Mierda...", pensó ella. Sintió como él la agarraba de forma ruda por el brazo para alejarla de Takeomi.

—Haruchiyo.— la pelinegra se pasmó al escuchar como lo llamaba por su nombre y no por su "apellido" como todos lo hacían. —No la trates así.— se fijó en cómo Sanzu la sujetaba y proyectó una sonrisa como si estuviera ganando algo.

THE DEVIL IS BETWEEN MY LEGS | Haruchiyo "Sanzu" AkashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora