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—Buenos días preciosa...— habló Sanzu mientras acaricia la mejilla de la pelinegra. —Despierta...— le dio pequeños besitos en todo su rostro para terminar en los labios.
—Mh...— sonrió al sentir los múltiples mimos de Sanzu en su cara. —Haru...— abrió sus ojos.
Sanzu achinó sus ojos y sonrió. —Hola...— habló travieso.
—Hola...— su rostro dejaba ver completa felicidad.
—Mh...— la abrazó y se dejó caer en su pecho desnudo. —Me encanta tenerte aquí.— confesó comportándose como un niño. —Es la mejor manera de despertar.— suspiró profundamente.
Ella se dejó acariciar y mimó con sus manos la nuca de él. —Definitivamente a mi también me encanta que seas tú lo primero que veo en la mañana al despertar.
Sanzu besó varias veces el pecho desnudo de Hiromi para terminar en un camino de estos hasta su cuello y luego llegar a su ansiada boca. —Mh...— hizo un sonido al separarse de ella. Hiromi lo abrazó por los hombros y jugueteó un poco en la cama con él. —¿Si te quedaras este fin de semana completo aquí conmigo?.
—Sí, mi amor.
Sanzu sonrió como un niño. —Ah... Que bueno.— la abrazó aún más. —¿Te gustaría ir a desayunar o prefieres comer aquí?.
—Como tu quieras Haru.— acarició su nuca.
Sanzu se acercó a la boca de Hiromi para depositar un tierno beso. —Quédate aquí. Lo traeré para la cama, mi hermosa, hermosa, hermosa Hiromi...
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—Jajaja...— se encontraban acostados viendo una película acurrucados entre ellos.
Hiromi veía ensimismada el film y Sanzu observaba fascinado el rostro de ella al ver la película. Verla a ella era mejor que ver alguna comedia romántica o algún corto melancólico.
Ella se dio cuenta de que Sanzu no estaba prestando atención al argumento de las escenas así que se giró a verlo. —Ve la película...— dijo con un tono inocente.
—Prefiero verte a ti que ver la película... las caras que haces son graciosas...— tocó con la punta de sus dedos la punta de la nariz de Hiromi, haciendo que ella arrugar ésta misma. —Además de que te ves muy linda entre mis brazos.— la acurruco más en sus brazos.
