Capítulo 39

4 0 0
                                    

Volví a besar su pecho y sus abdominales mientras le desabrochaba el botón del pantalón y él, para ayudarme se levantó un poco para que pudiera tirar hacía abajo de la prenda y sacarlo. Hice lo mismo con sus calzoncillos hasta que estuvo completamente desnudo.

Lo había visto varias veces así, aunque eran pocas, pero no era la primera ni la segunda vez, y aún así no me acostumbraba a ese cuerpo tan perfecto que tenía.

Estaba decidida a lo que iba a hacer. Comencé tocando su largo miembro con mi mano izquierda, adaptándome a él mientras que con la derecha tocaba todo su cuerpo, lo sentía.

Christian me miraba como si no creyera lo que estaba pasando a la vez que con deseo. Sus pupilas se habían dilatado y casi todo el azul de sus ojos había sido opacado por estas.

Después de unos minutos sintiendo todo su miembro con mi mano decidí bajar un poco más y acercarme a él. Todo su cuerpo olía a él, a mi Christian y eso hacía que mi corazón se calentara de amor acompañando al calor que sentía por la situación.

Cuando estaba a punto de saborearlo Christian me paró, puso su mano en mi mentón e hizo que le mirara a los ojos.

-¿Estás segura?- preguntó inseguro

-¿Por qué cada vez que vamos a hacer algo me preguntas si estoy segura? Amor, siempre que haga algo contigo es por que quiero y porque estoy completamente segura. Contigo nunca tendré miedo y nunca estaré insegura, sé que tú nunca me obligarías a nada, por favor, deja de pensar eso- expliqué

-Es que siempre que estamos así  pienso en todo por lo que has pasado, aunque no sé ni la mitad, pero lo puedo imaginar, y no puedo evitar sentir que de alguna manera vas a estar incómoda o no vas a estar del todo segura, que puede que te sientas obligada a hacer algo que no quieres- dijo hablando suavemente

No entendía como a pesar de todo él podía pensar que yo iba a sentirme obligada a hacer algo con él, cuando tenía más ganas que nadie en el mundo de sentirlo y de hacerle saber lo mucho que le quería y le necesitaba, así que decidí explicárselo con acciones y no con palabras.

-Déjame explicarte como me siento cuando estoy contigo- dije

-Está bien, dime- me miraba atentamente

Lo que él no había entendido es que yo no quería explicárselo con palabras sino con actos, por lo que volví a lo que iba a hacer.

Baje a la altura de su miembro y por fin lo metí en mi boca, de la boca de Christian salió un suspiro. Empecé a recorrerlo entero con mi lengua, desde la punta siguiendo por todo lo largo del tronco. Notaba que Christian estaba inquieto por lo que decidí meterlo entero en mi boca y empecé a meterlo y sacarlo a un ritmo bastante lento, no quería que las cosas fueran tan rápido por lo que estuve un rato así, lamiendo, chupando y saboreando.

Su sabor me embriagaba y al escuchar sus suspiros y gemidos no podía evitar ser la persona más feliz del mundo. Con este pensamiento en mente empecé a aligerar mi ritmo por lo que Christian empezó a moverse un poco, sin darse cuenta, y puso la mano en mi pelo.

Mientras hacía todo esto decidí mirarle, quería ver como disfrutaba, quería ver como sentía todo lo que yo sentía cuando estaba con él, y cuando nuestras miradas se conectaron el calor subió mucho más por mi cuerpo, Christian me miraba con deseo, con hambre, con ganas de más, sus ojos me pedían llevar el ritmo por un momento, no me lo había dicho, pero lo entendía, así que entrelacé mi mano derecha con la mano que él tenía libre, y con mi mano izquierda apreté levemente la mano que él tenía sobre mi cabeza, como dándole permiso a que tomara el control. Esa mano que me quedó libre por lo que la puse en tus testículos, tocándolos y apretándolos suavemente de vez en cuando mientras seguía saboreando toda su longitud.

Te necesito... Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora