Capítulo 2

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Al rato escuché su voz.

-¡Vamos puta levantate del suelo y ve a esa mierda de colegio que vas porque crees que vas a ser algo!- Me gritó

No digo nada, solo me levanto y voy a mi habitación. Me está sangrando el labio y decido darme un poco de agua.

Cuando he terminado me lavo los dientes.
Cojo mi mochila y me voy directa a la puerta, pero antes de que me vaya una mano sujeta mi brazo y me da la vuelta.

-Ah, no nena- Me dice para después acercarse a mi. Siento asco- No te vas a ir sin despedirte de mi cariño- Me dice antes de darme un beso. Un beso al que me veo obligada a seguir por mi bien. Sus besos ya me dejaron de gustar hace mucho tiempo.

Tú estás en tu casa y de repente llega tu novio y bajas las escaleras corriendo para darle un beso y él así te corresponde.
Estás feliz de tenerle hasta que llega el primer " no te pongas esa falda que se ve mucho" ahí piensas que solo es celoso y quiere cuidarte. Pero después llega la primera bofetada en una discursión y poco a poco todo va llegando a más hasta que ya no te puedes levantar de la cama porque te ha roto las costillas.

Lo peor de todo es que te piensas que él te quiere y te hace eso por tu bien... Yo ya deje de sentir eso hace mucho tiempo pero no tengo otro remedio que aguantar lo que me haga.

Salgo por la puerta, desearía lavarme la boca con jabón ahora mismo, solo de pensar que voy a tener sus babas un mes en mi boca me da asco de mi misma.

Sí, cuando besas a alguien sus babas se quedan un mes en tu boca, y sí, lo sé porque nos lo dijeron el biología ya que las putas de mi instituto no son muy discretas a la hora de liarse con los mujeriegos que tenemos por chicos.

Voy de camino a clase "ahora empieza el otro sufrimiento" pienso.

Entro en el instituto y cuando voy a mi taquilla escucho los murmullos de la gente diciendo "mira la pobretona de mierda" o "La puta zorra, ya llegó". Me entran ganas de llorar pero tengo que ser fuerte. No puedo llorar, no me puedo mostrar débil ante ellos. Pero.... son tantas veces ya...

Cuando encuentro mi taquilla y la abro no os podeis imaginar lo que hay dentro.

Todo lo que está dentro de la taquilla está manchado por un líquido viscoso verde. De repente todo el instituto empieza a reír.

No... no sé que hacer. Pero mi cuerpo reacciona por sí mismo y solo puedo salir corriendo.

En las clases me encuentro entre los usuales mascuyos que son insultos hacía mí.

Suena la campana avisando de lo que para algunos es la mejor parte de las horas de instituto. El recreo. Lo contrario para mi, pues es la peor. Para mí es la siguiente media hora de terror.

Salgo y me siento en el primer banco que encuentro, como es normal ellos ya vienen de camino. El grupo de Keisa siempre me coje el bocadillo y a veces me lo tira solo para que no me lo coma yo. Me están entrado ganas de llorar, tal vez Jaime tenga razón, tal vez no debería ir al intituto.

Los pasos cerca de mí me sacan de mis pensamientos y por acto reflejo bajo la cabeza.

Poco a poco voy oyendo los pasos más cerca hasta que Keisa me levanta la cabeza.

-¡Tú! Puta, dame lo que ten...espera... ¿Por qué te está sangrando el labio? Si hay alguien que te pege, presentamelo que quiero ser su amiga- Me dice Keisa

-No... no es solo que me e caido- Digo no muy segura de mí misma

-Bueno pues me alegro por tí. A lo que estabamos. Dame esa mierda de comida que tienes.- Dijo extendiendo su brazo

Yo extendí en brazo hacia ella y se lo dí, a lo que ella se dio media vuelta y lo tiró a la basura.

-Ahí es donde deberías estar tú, puta, pero bueno ya nos vamos- Dijo calmada

Antes de mirar hacia abajo cuando ellos se van, veo la cara de Christian, él es el chico de mis sueños obviamente soñar es gratis asique sin pensar vuelvo a bajar la cabeza hasta mis manos entrelazadas.

Después me fui a clase. Tenía música, biología( mi favorita) y matemáticas(la que más odio).

En estas tres horas intento secar rapidamente las lágrimas que caen por mi mejilla sin razón alguna. Espero que nadie se de cuenta.

Luego de un rato siento que alguien me está mirando e intento creer que es Keisa o alguna de sus amigas/exclavas. Pero noto que siguen observandome, disimuladamente muevo la cabeza hacia ambos lados y veo a Christian mirandome. Me doy la vuelta hacia mi pupitre y noto algo mojado de nuevo. Vuelvo a secar la lágrima que cae por mi mejilla.

Las horas pasan deprisa y al fin puedo salir de aquí aunque ahora me toque el otro infierno con Jaime.

Me levanto, cojo mi mochila y me voy a mi casa. Cuando llego Jaime esta sentado en el sofá con los pies en la mesita.

-Hola putilla- Me dice

-Ho...hola, ¿qué quieres para comer?- Le pregunto

-mmm...bueno bueno....la chica hoy esta obediente. Como estás así, te daré un pequeño regalito. Deja tu mochila en tu habitación y pasa por la mia.

Hago lo que me dice, dejo mi mochila en mi habitación y me voy a la suya. Cuando llego llamo a la puerta.

-Pasa putita- Me dice él. Entro en la habitación y tiene en la mano un conjunto de un sujetador con un tanga y una liga.

Por favor que no sea lo que estoy pensando. Por favor por favor, no he hecho nada, no me lo merezco.

-Quiero que me dejes ponerte esto para luego después poder follarte- Dijó mirandome fijamente

-Y...yo no quiero Jaime- Dije asustada

-Pero yo sí que es lo que importa. Y ahora dejame ponerte esto o te pegare una paliza.- Dijo serio

A duras penas hago lo que me pide. Me desvisto delante de él y me pone el conjunto.

-Que sexy eres putita- Me dice mientras me agarra del pelo para darme un beso en el cuello. Me siento muy sucia por hacer esto. Pero yo no puedo pararlo.

El cada vez se acerca más a mí y empieza a tocar mi cuerpo. Me entran ganas de llorar pero delante de él no puedo. Delante de él no.

-Mmm...ven aquí Mara, no seas tímida- Me dice

Me voy acercando lentamente a él y así empieza mi totura...

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 *Espero que os guste el capitulo😙

*Si hay faltas no dudes en decírmelo😃

*Dale 👍 y 🗨 que es gratis🙂

*Muchooos besitos de chocolate🍫

*Nos leemos en el próximo cap diamantes💎

Te necesito... Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora