Capítulo 30

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Pasamos toda la tarde hablando y contando diferentes cosas.

-Bueno chicos, ya es hora de ir a cenar. Es tarde- nos dijo Helen- Tú, te quedas a cenar y a dormir Sheila- concluyó

Todos cenamos y después cada uno subió a sus respectibas habitaciones.

Yo como siempre dormía con Christian. Al principio nos daba vergüenza dormir juntos a no ser que a mi me pasara algo, pero, a estas alturas, ya dormimos juntos sin ningún pudor y nos encanta.

Me pongo una camiseta de Christian y me tumbo con él en la cama.

-Has cenado muy poco- me dice

-No tenía mucha hambre-

-Tienes que comer más- replicó

-Pero...-

Me interrumpió:

- Pero nada, o comes por ti misma o ya lo haré yo- me miro serio- No te he querido decir nada desde que llevamos juntos pero no comes casi nada y pesas poquísimo. Tienes que comer más Mara-

-Esta bien- agaché la cabeza

-Entiendo que cuando estabas con ese hombre comieras poco o tal pero... ahora tienes que comer más amor- me dio un pico en los labios.

-Vale te lo prometo- sonreí.

-Espero que lo cumplas- sonrió. Se tumbó y me acomodé a su lado- Vamos a domir- me besó.

-Hasta mañana, te quiero- le dije.

-Hasta mañana amor, yo igual- contestó y así nos quedamos dormidos.

[...]

Al día siguiente es viernes. Último día escolar de la semana.

Tengo un dolor de cabeza insoportable, no me preocupo demasiado porque, al recibir tantos golpes de parte de Jaime siempre me suele doler mucho la cabeza asique, no pasa nada, solo tengo que tomarme una pastilla y como nueva.

Christian y yo desayunamos, nos vestimos, nos aseamos...

Cuando nos dirigimos a clase me pregunta:

-¿Qué te pasa?-

-Nada-le tranquilizo- Solo tengo dolor de cabeza. Como Jaime me daba tantos golpes en la cabeza desde ahí me duele- Christian cambia el gesto a uno enfadado- pero no te preocupes, me he tomado una pastilla y ya se me pasará-

-Tienes que ir al médico- dice

-No es nada, de verdad-

-Pero te tiene que mirar un médico- vuelve a decir

-Que no, que no hace falta-

-Eres una cabezota en todo-

-Eso es mentira-

-No-

-Si-

-No-

-Si-

-Si-

-¿De verdad creías que iba a caer en el juego de decir que no? Por favor, no tenemos cinco años- Ahora que lo pienso. También intento hacer eso cuando no le dejé ver mi vestido de la fiesta.

Christian de repente me da un abrazo por detrás y me besa la cabeza.

-Te quiero mi cabezota, espero que se te pase el dolor, lo dejare pasar... pero solo por esta vez, estas avisada-

-Valeeeeee- digo cansada- te quiero Tian- el sonríe

-Vamos anda, hay que entrar- dice

Y cuando me doy cuenta ya estamos en la puerta del instituto. Los momentos con Christian se pasan rapidísimo.

Te necesito... Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora