Te necesito... Mi Amor

Capítulo 32 《parte 2》

Christian

Llegó el martes.

Todas las clases pasan igual. Creo que no me siento mejor. Mis amigos me dicen que no puedo seguir así. Que no me vieron así desde la otra chica. Pero esta es peor  definitivamente esta es mucho peor.

Hace un montón que no veo a Mara. No quiero seguir sin ella.

Llega la hora de irse a casa.

Cuando estoy en el pasillo de camino a la salida veo a una chica y un chico abrazándose. Él le está susurrando algo en el oído y ella está sonriendo.

Seguro que son muy felices.

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Estoy abrazando a Mara en mitad del pasillo y ella me está diciendo que no haga eso, que me pueden ver y será peor para mí.

-No. Me da igual lo que piensen. Soy tu amigo ¿no? Te apoyo en las buenas y en las malas asique que piensen lo que quieran. Además, que piensen más- dije y le di un pequeño beso en el cuello delante de todos los que estaban mirando

-Te estas metiendo en un hoyo-
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Nunca me metí en un hoyo mi amor. Nunca

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Estaba abrazando a Mara. Me encantaba abrazarla.

Ella estaba llorando y yo tenía que consolarla. Odio verla así.

-Gracias de verdad pero tus amigos te pueden ver- dijo ella aún llorando

-¿Tengo cara de que me importe que me vean? No me importa que me vean. Mara, no estoy haciendo nada malo- dije mientras le quitaba unas cuantas lágrimas de sus hermosas mejillas.

-Sí. Estas haciendo lo peor que podrías hacer en este instituto que es estar conmigo-
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Creo que no. Creo que estaba haciendo lo mejor. Lo que daría yo ahora mismo por abrazarte. Te juro que no sabes lo que daría.

Ya he llegado a casa. Hoy a venido Sheila a comer. Me cae muy bien y me alegro de que esté con mi hermano. Ella también ha pasado por bastantes cosas poco agradables y no se lo merece. Ahora está bien con mi hermano y estoy seguro que el no permitirá que nadie le haga nada. Justo lo contrario de lo que estoy haciendo yo.

Decido subir a mi habitación. Me tumbo un poco en la cama sin saber que hacer. Creo que voy a leer un poco.

Al ver mi estantería con libros veo la trilogía de 50 sombras de grey. Me hace mucha gracia porque el protagonista se llama igual que yo.

Al cogerlo abro por el marca páginas y empiezo a leer.

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-Un dolar por tus pensamientos- le dije a Mara al verla tan pensativa.

-Eso ha sonado muy cincuenta sombras- sonrió.

-Lo sé. Me encanta esa trilogía - contesté también sonriendo.

-A mí también- dijo ella emocionada.
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Me he leído como 50 páginas cuando ya no quería seguir más.

-¡Christian coge el botiquín del baño de tu habitación!- gritó mi padre

Salí a la puerta de la habitación y pregunté:

-¿Qué ha pasado?-

-Tu madre estaba cortando verdura y se ha cortado un dedo- grito de vuelta

-Esta bien. Ya voy- dije por último.

Entré al baño a por el botiquín. Lo cogí y cuando iba a salir pisé algo. Mire hacia abajo y vi que era el vestido roto de Mara.