Observo la hora en mi teléfono y creo que es momento de bajar para esperar a Neville.
Un mensaje olvidado de Brenda, mi mejor amiga en Londres, aparece en mi pantalla y casi ocho llamadas perdidas de mi madre. Sólo contesto a mi amiga el mensaje y observo las llamadas de mi madre que finalmente termino borrando. No quiero saber de ella, ni de lo que tenga que decirme acerca de su vida o de su nuevo novio.
El simple hecho de pensar que tal vez el hombre con el que sale esté en mi casa con ella, hace que mis tripas lleguen a mi garganta. Ella pudo verme la cara más de un millón de veces cuando sólo me decía que salía porque necesitaba los aumentos. Y no es la idea de que tenga un novio lo que me molesta, sino la forma en la que las noticias cayeron como un balde de agua fría sobre mí, al igual que el divorcio. Nadie me preparó para nada, me soltaron las noticias al aire y tuve que adaptarme, nadie nunca se preocupó si me dolía o cómo me sentía.
La puerta suena liberando mi cabeza de su tormento. Al abrir con llave lo primero que observo es a mi mejor amigo mirándome con una gran sonrisa. Por instinto me tiro a sus brazos y sonrío como una idiota necesitada de cariño. Me aprieta muy fuerte casi dejándome sin aire y una parte de mí se arraiga a sus brazos como si temiera apartarme.
—No sabes cuánto te he extrañado —digo y me aparto de sus brazos para moverme hacia mi posición inicial.
—No quiero imaginarme si un día nos dejamos de ver por más tiempo —me río con él y me muevo hacia dentro en busca de mi teléfono que dejé en el sofá.
—Soporte por dos años, Neville.
—Ni me lo recuerdes.
—Y bien ¿cómo estuvo la fiesta anoche? —Pregunto por la fiesta de viernes a la que no he querido ir por estar preocupando mi mente con dos asuntos para nada menores. Mi futuro académico y Jaffner Sleven.
—Épica. Como siempre, terminé tan ebrio que no recuerdo haber terminado con Samantha.
— ¿¡Te has acostado con Samantha!?
—No es la primera vez —se encorva de hombros.
—Ustedes sí que comparten todo.
—La amistad tiene sus beneficios a veces.
—Ya lo creo ¿y quiénes más estaban? —Sé que espero escuchar su nombre, soy algún tipo de masoquista, pero lo cierto es que después de todo lo que ha sucedido no he sabido nada de él.
—Pues solo los chicos, a los que ya conoces. Jenna, Brecko, Raybon, Kalie y Jaffner —no digo nada, me sumo a mis pensamientos en silencio esperando que alguna corriente llegue y me golpe fuerte—. ¿Algo anda mal? —Pregunta y niego formando una risa falsa en mis labios.
Me abro paso dentro del auto y al sentarme no pasan ni cinco segundos después de que se mueva a imitar mis acciones. Observo por la ventana y cuando el vehículo se enciende dejo que el aire comience a correr por mi rostro.
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Change This Heart
RomanceAbatida por las decisiones de su madre y las consecuencias que dejó el divorcio de sus padres, Arley Bunne vuelve a su ciudad natal sin expectativas de nada. Había abandonado esa ciudad hace dos años y no esperaba volver tan pronto. Su objetivo era...