Los golpes me causan un sobresalto y trago saliva sin poder contestar nada. Nuevamente golpean la madera pero esta vez respondo.
—Está abierto.
—Hice la cena ¿bajas? —Mi padre deja en vista la mitad de su cuerpo al asomarse. Asiento y lo sigo con la vista perdida, realizando movimientos que no coordinan con mi cerebro.
Cuando finalmente llegamos a la mesa y tomo asiento, mi padre coloca un plato frente a mí y sólo me limito a mantener la mirada perdida en algún punto de la pared. La incertidumbre comienza a desestabilizarme y comer es una de las cosas que menos quiero hacer en este momento.
—Arley —soy forzada a mirarlo y simular que todo está perfecto—. ¿Todo está en orden? Disculpa mi intromisión, es que simplemente observo el semblante de mi hija un poco inestable —trago con nerviosismo y evitó el tener que mirarlo.
—No es nada, sólo hablaba con Edde sobre la tarea —miento.
—Oh, creí que hablabas con tu madre.
— ¿Qué te hizo pensar eso? —Coloco un vegetal en mi boca generando náuseas repetitivas y lo observo con naturalidad.
—Nada, sólo creí que tal vez habían arreglado todo entre ustedes —hablar sobre esto no va a arreglar nada, es como verter gasolina en el fuego que ya está por consumir todo.
—Va a ser muy difícil que la perdone por lo que hizo —la decepción hacia Jaffner y el rencor generado hacia mi madre son abrazados por el dolor.
—Tampoco la condenes de esa forma, Arley —mi mano se aprieta alrededor del tenedor.
—Ahora no salgas en su defensa —mi voz se eleva un par de tonos, estoy perdiendo el control.
—No lo hago, sólo trato de ser justo.
¿Justo con quién? ¿Con ella o conmigo?
—No hay justicia en los que ella hizo —estoy a dos segundos de dejar la mesa. Mi esfuerzo es sobrehumano por mantener la calma. Odio discutir con mi padre.
—Si le dieras una oportunidad, tal vez entenderías el porqué de sus razones.
—Realmente no puedo entender tu papel de abogado defensor. Deberías odiarla o a menos que... —me detengo un momento—. Papá ¿tú aún la amas?
Esto es algo que había querido preguntar hace mucho, sé que Kasie Morgan no, pero tal vez Jonnovan Bunne aún lo hace.
—No de la forma que tú crees —explica—. La amo y la voy a seguir amando siempre, pero no como una mujer que desee, sino por haber compartido esos años que estuvimos juntos y por haberme dado a ti. Quizás es más un sentimiento de cariño y no uno de amor.
—Son tan distintos entre sí —lo miro con admiración y casi puedo jurar que un par de lágrimas se han detenido en mis ojos.
—Y tú tan igual a ambos —niego y sonrío luego de que él lo haga.
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Change This Heart
RomanceAbatida por las decisiones de su madre y las consecuencias que dejó el divorcio de sus padres, Arley Bunne vuelve a su ciudad natal sin expectativas de nada. Había abandonado esa ciudad hace dos años y no esperaba volver tan pronto. Su objetivo era...