Una esclava fugitiva se encuentra con un grupo de piratas que pueden salvarla del inhumano destino de la esclavitud. Sin embargo, tiene que pagar un precio alto, perverso y salvaje. Solo la suerte o el amor pueden salvarte de una aventura tan peligr...
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La tercera nave que sólo observaba el ataque de la alianza de Kid estaba a punto de actuar por su cuenta. El capitán de este barco, dirigido por su superior, le ordenó que se acercara y agarrara algo o alguien del barco de Kid, para atraer su atención.
Él, que era usuario de una Fruta del Diablo de tipo Zoan, transformó parte de su cuerpo en un pulpo, con enormes y gruesos tentáculos. Acercó sus tentáculos a la nave de Kid y se dedicó a detectar cualquier ruido o presencia mediante los sentidos de sus tentáculos. Por mala suerte del destino, (t/n) estaba en el borde del barco, observando la noche estrellada, mientras (s/n) estaba un poco más atrás, limpiando el desorden de la noche de copas que había terminado. Atraída por una cosa larga que se retorcía cerca de donde estaba sentada, (t/n) se acercó, mirándola.
- ¿Es eso... es eso una serpiente marina gigante? (s/n), ven a ver...
El tentáculo se extendió, revelando ser enorme y grueso. (t/n) dio un grito y (s/n) se volvió. También gritó al ver que su hermana era envuelta por aquel tentáculo y era recogida por su nave. (s/n) gritó pidiendo ayuda por todo el barco, despertando a Kid y a los demás.
- ¡(t/n) ha sido secuestrada! ¡Mira ese tentáculo!
- ¿Qué tentáculo, (s/n)? - Killer no pudo ver nada más allí.
Kid tuvo el instinto de ir al borde del barco y vio que otro barco se alejaba a toda prisa.
- ¡Hijos de puta! ¡Disparadles, ahora! - gritó el hombre desesperado.
Rápidamente se prepararon para volver a utilizar sus cañones tras un intervalo de unas horas. La nave enemiga, al notar que la nave de la que habían secuestrado a (t/n) se dirigía hacia ellos apuntando sus cañones, se sumergió. Una vez más, (t/n) gritó llorando.
- ¡¡Kid!! ¡¡Ayuda!! - trató de moverse, intentando zafarse del tentáculo que la apretaba con fuerza.
- ¿Dejarás de sacudirte ahí? ¡Si no lo haces, te aplastaré hasta los huesos! - ordenó el hombre, que tenía un cigarro en la boca.
Kid dio un puñetazo a una parte firme del barco, al darse cuenta de que los malditos secuestradores de su amada se habían sumergido. Su den den mushi sonó insistentemente. Era Apoo queriendo saber por qué su nave se distanciaba de las naves de los otros dos de la Alianza.
- ¡Puedes olvidarte de mí mientras continúas el ataque! ¡Primero salvaré a uno de mi equipo!
- ¡Kid! Pero no puedes...
- ¡Cierra la boca! ¡He dicho! - colgó el den den mushi en la cara del otro y se dirigió directamente a su segundo - ¡Killer! ¡Vamos tras ellos rápidamente!
Aprisa, Killer hizo sus arreglos. Kid maldijo y condenó a todos los que estaban en ese desafortunado barco. (s/n) hizo lo que se le ordenó, preocupada por su hermana, que seguía unida al tentáculo del capitán de la otra nave.
