Una esclava fugitiva se encuentra con un grupo de piratas que pueden salvarla del inhumano destino de la esclavitud. Sin embargo, tiene que pagar un precio alto, perverso y salvaje. Solo la suerte o el amor pueden salvarte de una aventura tan peligr...
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Han pasado dos años. En todo este tiempo, (t/n) había estado esperando a su capitán y amado sin saber nada nuevo. Su vida en Dock Island no podía ser más tranquila de lo que ya era, pero echaba mucho de menos a Kid. Así como (s/n) también estaba esperando a Killer. El pequeño William era ahora un poco mayor y jugaba con Gari, que jugaba a enseñarle el oficio de su abuelo. Desde la última vez que la Armada pisó esa isla en busca del hijo de Kid, William no volvió a ser perseguido por esos lares, aunque la Armada continuaría la búsqueda durante un año. Cuando lo echaba de menos, (t/n) se aislaba en su habitación y cogía aquel crucifijo de oro y lo miraba fijamente. Recordó a Kid y se preguntó si él aún se acordaba de ella.
(s/n) era una mujer adulta, incluso más hermosa. Incluso viviendo lejos del que amaba nada la había sacudido. No estaba tan nostálgica e insegura como su hermana, seguía confiando en que Kid y Killer se acordaban de ellos y volverían con vida. Ella -junto con su hermana y la nieta de Mobston- había creado un hermoso y perfecto jardín frente a su casa. La chica era mayor y se había convertido en aprendiz de ambas hermanas. Ahora también ayudaba a cuidar al hijo de (t/n).
William se parecía a su padre, sólo que tenía los ojos de su madre y el pelo ondulado. Pero incluso su aspecto era muy similar al de Kid. Sus mejillas ligeramente sonrojadas resaltaban su piel clara, y no tenía ni una peca en su piel. A (t/n) siempre le gustaba hablarle de su padre, para que supiera que tenía uno, independientemente de cómo estuviera Kid en ese momento: vivo o muerto.
- ¿Y cómo es mi papá? - le preguntó la dulce voz infantil.
- Tu padre es un pirata. ¡El pirata más fuerte de todos estos mares!
- ...y ¿puedo verlo algún día?
(t/n) se rió ante esa pregunta. Mobston, que estaba cerca, no pudo evitar notarlo.
- Espero que se convierta en un hombre de justicia. ¡Un marinero!
- ... no todos los marineros utilizan la justicia. - comentó (t/n).
- ¿Cómo no iban a hacerlo? Son los que están en los mares para luchar contra los ladrones y otras especies de este tipo.
- ... desde "aquel día"... para mí, han perdido algo de esa justicia. Dudo que mi marido haga "eso".
Mobston guardó silencio, comprendiendo lo que (t/n) quería decirle indirectamente para no decir exactamente lo que era en presencia del pequeño. A (t/n) le pareció monstruoso que la Marina persiguiera a su hijo para matarlo, sólo por ser el hijo de un peligroso pirata.
- Sé que hay piratas que nunca harían ciertas cosas cobardes...
- Lo entiendo.
- ¿Pero qué pasa con mi padre? ¿Cuándo lo veré? - William insistió en la pregunta, tirando de la blusa de su madre.
- Pronto, mi pequeño bebé. Pronto. - lo besaba constantemente en esa cabeza de pelo rojo ondulado.
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