Una esclava fugitiva se encuentra con un grupo de piratas que pueden salvarla del inhumano destino de la esclavitud. Sin embargo, tiene que pagar un precio alto, perverso y salvaje. Solo la suerte o el amor pueden salvarte de una aventura tan peligr...
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Aclaración Importante:
En este capítulo se introduce un nuevo personaje, la hermana de (t/n) a esta la llamaremos (s/n) = (sister name) para evitar confusiones.
Las cosas iban mejorando cada vez más. Kid había puesto toda su confianza en (t/n). Aunque se comportaban como meros compañeros de barco, las miradas que intercambiaban de vez en cuando, acompañadas de una simple sonrisa, eran un poco notables; las tareas que implicaban más fuerza para (t/n) fueron asistidas por el propio capitán; los momentos de soledad que ambos disfrutaban casi habían desaparecido.
Una persona ya imaginó que la relación entre los dos era más íntima. Killer ya había visto pequeños cambios en su comportamiento. Su pequeño y tímido interés por la joven se vio amenazado. Recordó lo nervioso que estaba Kid la noche en que habló borracho y maliciosamente sobre el cuerpo de (t/n). Hasta entonces, nunca imaginó que esos dos, que vivían casi en pie de guerra, tuvieran una relación íntima y amorosa.
- ¡Oye, Killer! ¿Estás distraído? preguntó Kid, viendo que estaba soltando algunas de las cuerdas del barco en lugar de apretarlas.
- ¡Ah! Debe ser... - recuperó su atención, volviendo a sus deberes habituales.
- ¿Algo interesante?
- No ... solo un poco de cansancio. Nada de más.
- Uh ... extraño ... nunca lo vi quejarse de cansancio ... - dijo Kid, saliendo del mismo lugar donde trabajaba Killer.
Se dirigió a (t/n), que estaba en la cocina revisando los comestibles. Se acercó por detrás de ella y la besó en la nuca, dejando caer una bolsa de harina sobre la encimera, esparciendo un poco por el lugar.
- ¡Que susto!
- ¿Asustada por qué? Sabes que soy yo ... - Seguí besándola en todo el cuello, gentilmente, mientras abrazaba su cintura.
- Lo sé, pero ... estaba concentrada aquí ...
- Tengo algunos planes para ti, (t/n).
Se volvió hacia él, quien solo dejó de besarla por el cambio de posición.
- ¿Planes? ¿Como así?
- Quiero entrenarte para que sepas moverte. Quién sabe, definitivamente no te quedarás con nosotros. ¡Pronto tendrás que saber atacar y defenderte!
- Pero ... no puedo ...
- Lo sé: vuelve a tu casa y ve a tu hermana.
(t/n) se quedó en silencio, mirándolo durante mucho tiempo. Observando su larga mirada, sonrió, abrazándola.
- No quieres, ¿verdad? dijo, confirmando la respuesta de su corazón.
