Capítulo 1 - La fiesta de té (+18)

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Nota: Este capítulo contiene escenas sexuales, se recomienda discreción.
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Loretta Brienne Orilleni, nacida de una familia de condes, fue conocida por todo el imperio como la niña con la suerte del trébol de cuatro hojas. La pequeña nunca imaginó, como la tragedia por la cual terminó huérfana, la convertiría en una Princesa, gracias a la amabilidad de la Emperatriz Elizabeth.

Siendo educada y tratada como parte de la Familia Imperial, sorprendió al verse casada con tan sólo 15 años. Todos asumieron que se trató de un matrimonio político, siendo algo impredecible.

No obstante, la verdad, Loretta se enamoró del joven y futuro sucesor de Márquez, Joyce Hubbart. Un joven apuesto, considerado la persona más atractiva del Imperio. Su unión parecía haber sido hecha por los mismos ángeles, algo fuera de lo ordinario, y aún ahora, 10 años después, son considerados una pareja impecable.

Y era de esperarse; Loretta fue educada bajo tres bases: ser una dama recatada, una esposa abnegada y una mujer perfecta. Reglas que ha seguido al pie de la letra, siendo alabada por su intachable desempeño.

Con tan espléndidas cualidades no le fue difícil colocarse en la cima de los círculos sociales. Recibiendo interminables invitaciones, sobre todo de nobles élite, acorde a su altura.

Este fue el caso.

La fiesta de té celebrada en uno de los jardines imperiales, fue hecha para conmemorar el cumpleaños número 46 de la anterior Duquesa, Alicia Epps, la madre del actual Duque y una de las más distinguidas mujeres que ha reinado desde joven, en la capital.

Los eventos organizados por ella, son por supuesto tan exclusivos, y los pocos en lograr ser invitados no se atreven a negar su asistencia, mucho menos si se realizan en el Palacio Imperial.

—Es una pena que su marido no haya podido asistir hoy a la reunión de la Cámara de Lores, Marquesa Hubbart. Esperaba saludarlo una vez que terminaran sus asuntos —dijo la elegante mujer que festejaba, con un rostro tranquilo.

—No hay nada que se le pueda hacer. En estos momentos Joyce se está encargando de las medidas de seguridad en la zona de Mien —Loretta respondió con calma, levantando de manera elegante su taza de té. Varias jóvenes la observaron a detalle.

Siendo educada por los mejores tutores del Imperio, siempre mostraba una actitud destacable, provocando en las señoritas, que iniciaban en el mundo social, una atención extra a sus movimientos en donde quiera que asiste.

—Eso es bueno. Nunca es demasiado pronto para prevenir tragedias. El año pasado casi se desborda la presa, escuché que todavía están trabajando en las reparaciones —mencionó la ex Duquesa Epps, asintiendo. Las otras mujeres no dudaron en hacer lo mismo. Ya sea si lo pensaran o no, nadie quería llevarle la contraria a tan importantes personajes.

—Debe sentirse orgullosa del Marqués, siendo un hombre tan diligente y capaz. Aunque, es una pena que sus deberes se sobrepongan a los eventos a los que asiste la Marquesa —comentó una hermosa señorita de ojos color miel y cabello castaño claro, quien acariciaba el ostentoso collar de rubíes adornando su pecho, era algo excesivo para el evento y para el gusto de Loretta, quien observó por un momento el llamativo accesorio antes de dar otro sorbo a su té.

—Tiene razón, señorita Ariel, es una pena que no podamos ver al joven y encantador Marqués —esta vez habló otra invitada, la Condesa Granell, con una leve sonrisa—. Aún recuerdo cómo nos sorprendió a todos su matrimonio, teniendo ambos tan solo quince años.

¿Por qué se divorció Loretta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora