Capítulo 21 - El regalo de cumpleaños (2)

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En cuanto los invitados comenzaron a dejar el evento Harold fue en busca de Joyce, desde el anuncio del compromiso no encontró tiempo para hablar con él y en definitiva había algo que lo estuvo molestando al grado de no poder entablar una buena conversación con nadie que se le acercó.

—¿Qué fue eso? —preguntó un tanto furioso, sin embargo, este no reaccionó ante tal tono, ignorándolo completamente, irritado mayormente al Marqués Duran— ¿Por qué has prometido que mi hija irá a visitar la Residencia del Duque en cinco días?

Joyce miró directamente a los ojos de Harold con cierto resentimiento— Te lo advertí cuando te dije que era muy pronto para anunciar el compromiso —argumentó mirando en dirección de los invitados que partían— ¿Qué esperabas? Una cálida bienvenida de parte de todos. Es bueno que veas cómo serán las cosas a partir de ahora.

—¿Qué quieres decir? —preguntó nervioso Harold.

—Si creías que Su Alteza Catherine se quedaría quieta todo el tiempo, no eres tan listo como presumes —declaró con una sonrisa, cosa que enfureció a Harold, pero no era ni el lugar ni el momento para una pelea y Joyce consciente de eso prosiguió—. La Princesa adora a Loretta más de lo que puedes imaginar, y la irreverencia que tu hija cometió en esa fiesta de té, ahora conocerá las consecuencias. Te recomiendo que le ofrezcas la más maravillosa historia de amor sin perjudicar la imagen de mi ex esposa, si quieres que tu esposa e hija tengan un lugar en los círculos sociales.

—¿Y cómo se supone que haré eso?

—Ese es asunto tuyo —dijo Joyce aflojando la corbata de su cuello.

La actitud poco cooperativa de su socio hizo enfurecer a Harold— Es nuestro asunto, estamos juntos en esto.

Joyce caminó hacia el Marqués Duran e inclinó la cabeza para quedar al nivel de sus ojos —Nuestro trato fue por negocios, única y exclusivamente eso, puedes leer cuantas veces quieras el contrato, ahí especifica que todo lo relacionado con el compromiso y la boda es tu responsabilidad.

Harold apretó los dientes en frustración, era cierto, presionó el compromiso y para el final del trato agregó que Joyce no tenía que preocuparse por nada al respeto, a cambio tendría que asistir a las reuniones del casino inmediatamente, la única condición de Joyce fue que mostrara una buena apariencia haciendo creer a todos que esto es por amor.

—Oh, has llegado Ariel —habló Joyce con una voz dulce.

Ariel sintió una gran felicidad cuando escuchó su nombre y no pudo disimular la emoción que le provocaba.

—Lamento hacerlos esperar tanto tiempo.

—No fue tanto, solo era mi impaciencia por estar a tu lado —Joyce tomó la mano de Ariel y la acarició haciendo que la joven se elevará hasta el cielo.

El Marqués Hubbart, acariciando el rostro sonrojado de la mujer enamorada mostró una gran gentileza en su expresión—¿Por qué no te vi antes? Eres tan hermosa que mi corazón se acelera con sólo verte.

Los impresionantes ojos verdes de Joyce se posaron en los amielados de Ariel, quien no podía apartar la vista del hombre. Su rubio cabello brillaba como hilos de oro descansando sobre un rostro perfecto. La imagen que únicamente podía ser comparada con un ángel, era una belleza inigualable que dejaría sin aliento a cualquier mujer que lo viera.

Y como prueba estaban el par de mujeres sonrojadas no muy lejos de ahí, que abanicaron sus rostros y murmuraron un par de cosas un tanto celosas de que el hombre más atractivo del Imperio estuviera fuera del mercado matrimonial antes de siquiera haber mandado una propuesta.

¿Por qué se divorció Loretta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora