Había perdido la cuenta de las veces que había revisado su celular en busca de algún mensaje o indicio que le dijera que JungKook se encontraba bien, pero otra vez se encogía en si misma con rostro abatido y un puchero en sus labios al no obtener respuesta.
Hacia cinco días que no lo veía, ni le contestaba los mensajes que ella le enviaba, tampoco se había presentado a trabajar al orfanato. Al principio, dedujo que sería por sus heridas y su malestar, hablando con los hyung del pelinegro sabía que solo quería estar solo, lo que había ocurrido realmente fue horrible y traumático.
Luego del escándalo de las fotos de ambos dónde se olvidó con el pasar de los días, el señor Park Myung-Back presentó su carta de renuncia al gobierno del presidente Jeon Jung-suk, como Primer Ministro del Estado impactando a todo el mundo.
Habían demasiados rumores sobre cual fue la razón por la que había echo tal obra, era tal el hermetismo que el pueblo solo se conformo con saber que habían desacuerdos por ambas partes, pero aún seguirían todos juntos trabajando en conjunto por el bien del país.
El celular de la castaña sonó sacándola de sus pensamientos, se tomó un descanso de los libros para contestar, el nombre de Jung HoSeok brillaba en la pantalla táctil.
—Dime si hablaron con él —habló rápidamente sin siquiera detenerse a saludar, el castaño rio por la desesperación en la voz de la castaña.
—Tranquila Hye, él está bien, ha hablado con Yoongi hace un par de minutos, al fin. —ante la duda en la voz del castaño, supo que había algo más detrás.
—Hobi hay algo más, ¿no es así? —escuchó un suspiro del otro lado— dime por favor.
—Hoy es una fecha algo especial para él, creo que lo sabes.
Hye-min se golpeó mentalmente por no haberlo recordado. En realidad, si lo recordaba, pero al estar tan preocupada por JungKook se le había pasado por alto aquello. Hoy era el aniversario número dieciocho de la muerte de la madre del chico. Era un día demasiado sensible para la familia Jeon.
Tomó su bolso saliendo de la biblioteca de la universidad, todo lo de su agenda podía esperar. Debía hacer algo mucho más importante en esos momentos. A lo lejos pudo ver a alguien conocido caminar por el jardín del campus, ensancho su sonrisa, se lanzó a correr hasta abrazarlo.
—Nam, Nam, Nam, que bueno verte.
—A mí también me alegra verte, Hye —el chico correspondió el abrazo con entusiasmo— ¿te invito a comer? Tengo mucho que contarte.
Hye-min cortó el abrazo mirándolo con inseguridad, preguntándose si estaría bien pedirle que la llevara.
Sonrió —Si, pero antes necesito que me acompañes a un lugar.
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𝙀𝙡 𝙝𝙞𝙟𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙙𝙚𝙣𝙩𝙚. [J.JK] COMPLETA.
FanficCuando eres el primogénito de uno de los representantes más importantes del país en Corea del Sur, esperan que seas todo lo que debe ser viniendo de una familia de renombre, perfecto y bien portado, pero para Jeon JungKook, eso es un juego de doble...