Cuando eres el primogénito de uno de los representantes más importantes del país en Corea del Sur, esperan que seas todo lo que debe ser viniendo de una familia de renombre, perfecto y bien portado, pero para Jeon JungKook, eso es un juego de doble...
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Despertó con un horrible dolor de cabeza, se removió en medio de la cama que compartía con Sana no encontrándola a su lado. Se extraño de su ausencia, lo cotidiano era que ella estuviera allí con cara de pocos amigos reclamándole sobre su borrachera o alguna otra cosa que le diera la gana.
Sostuvo su cabeza con ambas manos levantándose de la cama. No recordaba como había llegado allí, pero si recordó haberse dormido en los brazos de JiMin. Resopló sintiéndose avergonzado por haber hablado de más, por haber llorado delante de sus hyung's. Lo comenzó a recordar todo, de a poco, cada rápida punzada en su cien era un recuerdo de la noche anterior.
Confirmando todo.
Ya no había vuelta atrás, había dicho en voz alta lo que sentía, que aún tenía sentimientos por Park Hye-min.
Tomó una larga ducha que lo ayudará a destensar sus músculos, que lo ayudará a despabilarse de su sueño. Todo se encontraba en silencio trayéndole algo de paz. Paz que duró poco cuando el incesante ruidito del tono de llamada taladró su cabeza -necesitaba una Aspirina, mucha agua y café negro urgente- lo buscó hasta dar con el aparato en la mesita de luz al costado de su cama.
El nombre de Min Yoongi brillaba en la pantalla, al instante la llamada cesó observando con atención, tenía varias notificaciones de llamadas perdidas lo cual hizo que un mal presentimiento recorriera su estómago. La resaca y el sueño lo tenían algo lento, pero cuando volvieron a llamarle fue rápido en contestar.
—Disculpa hyung —habló con voz ronca sobando con sus dedos su cien— estaba tomando un baño.
—¿Haz visto las redes sociales o las noticias?
Frunció el ceño negando a pesar de que no podían verlo, volteó su cabeza mirando a su alrededor.
—Quiero que vengas a la oficina, a mi oficina, NamJoon también vendrá aquí y por favor no hagas nada impulsivo, JungKook.
Salió de su habitación aún hablando por teléfono, no le importó siquiera estar aún desnudo, con solo una toalla alrededor de su cintura pasando delante de las muchachas de servicio. Encendió la enorme pantalla en el living buscando un canal de noticias dando con la nueva primicia.
'Jeon JungKook tiene una hija junto a Park Hye-min'
'El empresario Jeon JungKook es padre de una niña de cinco años'
'Jeon JungKook escondió el secreto durante años y contrajo matrimonio con otra mujer'
Eran algunos de los títulos en las nefastas noticias y las redes sociales cuando también revisó en la laptop de su despacho.
—Hyung, ¿quién mierda se atrevió a esto? —su respiración era agitada sintiendo rabia— mi padre, él fue quien lo hizo.