𝗖𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼 𝘀𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝘁𝗿𝗲𝘀.

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Terminó la llamada con su madre, solían quedarse conversando un par de horas

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Terminó la llamada con su madre, solían quedarse conversando un par de horas. Se encontraba sentada en la mesa principal con la laptop abierta, algunas revistas, una libreta y su agenda. Últimamente, tanto ella como su hija se quedaban en la casa de JungKook. Aunque lo siguiera negando al fin los cuatro estaban conviviendo juntos.

Tenía a los niños frente a ella en el living, Beomgyu jugando videojuegos en la enorme pantalla mientras Young-nam pintaba con sus crayolas de colores unos dibujos que había hecho. Era sábado por la tarde quedando en pedir comida. JungKook había salido con la excusa de que algo de último minuto se presentó en el trabajo y tuvo que ir a resolverlo.

Hye-min sintió que algo le estaba escondiendo. Suspiró mirando todo el desorden en la mesa porque a escondidas e inconscientemente comenzó a revisar y buscar detalles para una fiesta de  casamiento. Jamás pensó que estaría en esta posición cuando hace poco la situación era muy diferente.

La puerta principal se abrió, al minuto en que se descalzo y acomodó, JungKook se dejó ver junto con un bolso mediano colgando de su hombro y un pequeño bulto entre sus brazos llamando la atención de los menores. Estos salieron corriendo a recibir aquella bola de pelos color marrón, era pequeño y sus ojitos avellanos muy inocentes.

—¡Sorpresa! —ambos niños tomaron asiento en el suelo, JungKook colocándose en cuclillas dejó al animal sentado sobre sus patas traseras, este con algo de temor olió las manitos de los menores que habían estirado en su dirección, observó su alrededor en busca de alguna amenaza, pero al sentirse cómodo movió su larga cola y trotó hasta ellos comenzando a jugar.

—JungKook, ¿qué es eso? —Hye se encontraba con el ceño fruncido unos metros más atrás teniendo las manos sobre su cintura.

—El nuevo integrante de la familia.

—¿Cómo se llama, appa? —preguntó, Nami, dejando que el canino le lama la mejilla por un breve segundo.

—Su nombre es Bam —tomó al cachorro de raza doberman, levantándolo entre sus manos para dejar en su cabeza un beso— Bam, te presentó a Beomgyu y Young-nam, tus hermanos.

Los niños estaban muy entusiasmados y felices con el nuevo integrante. El pelinegro se levantó y con unos pasos largos llegó hasta la rubia.

—JungKook, no me consultaste sobre traer una mascota aquí, sé que es tu casa, pero quedamos en que lo hablaríamos no puedes simplemente traerlo y... —calló, cuando él le rodeo la cintura apretándola a su pecho y la besó repentinamente en los labios.

—Quise que fuera una sorpresa, amor  —ronroneó, cambió su posición sin soltar su agarré colocándose tras su espalda y su barbilla sobre su hombro— además, los niños se ven contentos.

—¡Muy contentos! —chilló sonriente, Young-nam, lanzando una pequeña pelota de goma hacia Beomgyu.

—Nos gusta, queremos quedárnoslo —acotó este, devolviendo la pelota a la niña.

𝙀𝙡 𝙝𝙞𝙟𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙙𝙚𝙣𝙩𝙚. [J.JK] COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora