Había llegado a su casa gracias a que Yoongi lo llevó de regreso, no se encontraba lo suficientemente bien cómo para manejar cuando sus pensamientos se mantenian enfocados en la niña, en las veces que se la encontró y la calidez que ella le generaba. ¡No podía creer que tenía una hija!. Tragó saliva, aún estaba dentro del auto, hacia unos minutos su hyung se había detenido en el estacionamiento dándole tiempo a qué volviera a la realidad.
—Hye-min me dio un hijo —susurró con voz neutra— necesito hacer algo, necesito hablar con ella.
—Tranquilízate, tienes que pensar bien lo que harás de ahora en adelante no puedes exigir, esa niña no sabe nada.
—¡Es mi hija! ¡Claro que no sabe nada, le pintaron un maldito padre que no es el verdadero! —chilló hastiado, queriendo arrancarse los cabellos.
—Un padre que la ama y la ha cuidado desde que nació —contestó con tranquilidad— NamJoon ha criado muy bien a esa pequeña, deberías agradecer que se hayan encontrado con un buen hombre.
JungKook bufó en desacuerdo con esas palabras, así fuera Kim NamJoon el mejor hombre, no quitaba que su propia hija tenía otra realidad, una inventada basada en mentiras y aunque sabía en el fondo que lo primero era verdad los celos no le dejaban ver la realidad.
Descendió del auto tiritando del frío, el día estaba nublado y corría un viento helado. Con toda la adrenalina y las emociones a flor de piel no se había percatado de sus fachas, tampoco de Yoongi siguiéndolo detrás.
—Quiero asegurarme que no harás una locura.
—Deberías irte quiero estar solo —el pálido no se movió de su lugar— hyung, créame no haré nada, necesito estar solo y pensar —Yoongi suspiró dubitativo— prometo llamarte si tengo una crisis de nuevo. Anda, no dejes a SolHyun sola con la bebé tú tienes mucha suerte de tener a tu familia a tu lado.
Yoongi lo sopesó por unos momentos, JungKook parecía mucho más tranquilo y sereno, aún tenía dudas de su estado. Sin embargo, desistió y se despidió dejándolo en medio de la vereda, cruzado de brazos combatiendo el frío en su cuerpo. Entró lo más rápido subiendo al ascensor, su mente era una catapulta de momentos, voces, recuerdos y emociones.
Cuando llegó a su penthouse vio a Sana correr en su dirección.
—¿Dónde estabas? por qué no contestabas mis llamadas, ¡¿JungKook?! —pero él no se detuvo— ¿Es por Hye-min, no? ¡contéstame, maldita sea!
Lo sujeto del brazo deteniéndole, el pelinegro la enfrentó teniéndola a solo centímetros de sus narices.
—¿Fuiste cómplice de mi padre? —su voz profunda y oscura le dio miedo— ahora contesta tú querida, ¿sabías que tenía una hija? —Sana tragó saliva, sus ojos se llenaron de lágrimas.
—No, no sabía hasta hace unos días —JungKook se contuvo en insultarle comenzando a alejarse de nuevo— ¡Ni siquiera sabes si es tuya! —gritó, logrando que él se detuviera dándole la espalda— qué sabes tú si no es de un desconocido cualquiera y quiere pintarte para solo arruinarnos la vida.
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𝙀𝙡 𝙝𝙞𝙟𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙙𝙚𝙣𝙩𝙚. [J.JK] COMPLETA.
FanficCuando eres el primogénito de uno de los representantes más importantes del país en Corea del Sur, esperan que seas todo lo que debe ser viniendo de una familia de renombre, perfecto y bien portado, pero para Jeon JungKook, eso es un juego de doble...