Capítulo 15

21.1K 2.7K 592
                                    

Seúl, 2019.

Primera nevada.

Jeon Jungkook siempre fue una persona que cumplía sus promesas. Para él, romper una de ellas significaba romper la lealtad que se le ha dado a la otra persona.

Una promesa, debía siempre cumplirse en la vida de Jungkook.

Y si de promesas se trataba, la de visitar a su amor de postales en la primera nevada, era la que más recurría la cabeza del castaño en ese entonces. 

Esa noche en Seúl, hizo demasiado frío y eso obligó al adolescente a poner un abrigo más en su cama mientras pensaba en V. 

Todo lo que podía pensar era en V. 

La lluvia llegó a la ciudad en la noche, y por la mañana, esa misma ciudad que fue testigo de la tormentosa lluvia, estuvo cubierta de un blanco tal paisaje de navidad.

Jungkook despertó demasiado tarde en la mañana porque la noche anterior le costó conciliar el sueño debido al ruido que provocaba la lluvia.

Eran las una de la tarde y Jungkook se despertó todavía con frío. Se levantó y con sus ojos adormilados abrió la ventana.

Cuando notó lo que estaba ocurriendo, su pobre corazón sufrió un ataque de latidos acelerados porque el día finalmente había llegado.

Su eclipse estaría completo dado que al fin esa luna y sol se iban a reencontrar.

¡Era el momento de conocer a V!

Su amante de letras por fin estaría frente a sus ojos y qué importaba la apariencia que tuviese. A Jungkook realmente no le importaba, solo sabía que quería conocer a V de una forma en la que nunca había deseado conocer a alguien.

Se duchó y se alistó. Se vistió abrigado y todo eso le demoró dos horas porque Jungkook quería dar una buena impresión y no sabía qué ponerse. Finalmente optó por unos pantalones negros, ajustados a sus piernas, un suéter color celeste con cuello de tortuga y una casaca negra de plumas.

Para su mala suerte, su padre no lo dejó ir sin almorzar. Así que a las cuatro de la tarde salió de su casa.

La nieve volvió a ser lluvia en la tarde, pero no le importó. El agua derritió el color blanco y eso no fue impedimento para comprar un ramo de rosas azuladas.

Quería que fuera distinto y no sabía porque imaginaba a V con aura de color azul.

Entonces, cuando sus esperanzas estaban caídas por esa lluvia, volvió a caer la nieve y Jungkook tuvo que volver a respirar para poder caminar a la dirección a la que mandaba las cartas.

No era tan lejos de lo que imaginaba, pero sí se sorprendió cuando al llegar a la dirección se encontró casi con una mansión.

La casa de V era demasiado grande.

Sus pasos fueron lentos desde la casa de postales hasta las amplias puertas de vidrio.

Jungkook tocó el timbre y botó aire por sus labios humectados con labial rosa mientras esperaba mirando sus pies.

El sonido del timbre resonó en toda la casa, pero nadie dio pistas. El castaño volvió a tocar una y otra vez.

Pasaron diez minutos y él todavía no conocía a su V.

Hizo un puchero y dio sus esperanzas por perdidas cuando se giró, pero, en ese instante, las puertas se abrieron y con eso su felicidad.

Volteó y a pesar de que la imagen que tenía de V no era la que esperaba, sí que quedó cautivado.

Nothing to You (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora