La relación de Jimin y Jungkook, no siempre fue color de rosas. Existió una vez, luego de un año juntos, en que las cosas estuvieron a punto de terminar.
Fue en una fiesta familiar en una tarde de otoño. Se realizó una celebración donde los abuelos Park visitaron la casa para recalcar las buenas relaciones familiares y las raíces, y Jungkook fue invitado a comer con ellos.
Mientras la comida se preparaba y la señora Kim organizaba la mesa, el ruido en la mansión era evidente. No solo estaban los abuelos, sino también primos, tíos y sobrinos de los Park y a Taehyung en particular, no le agradaban aquellos eventos.
No porque no le gustara compartir en familia, sino porque se sentía un poco excluido a pesar de que su mamá Sully hiciera todo lo posible por hacerlo sentir integrado.
En ese tipo de ocasiones, se quedaba en un rincón y se entretenía con los niños, que, al parecer, eran los únicos que lo entendían.
Se encontraba, precisamente, jugando a las escondidas con pequeños de cinco a diez años cuando el timbre sonó dos veces, pero nadie atendió.
—Cariño, estoy ocupada cocinando el pavo. ¿Puedes abrir, por favor? —Kim Sully se dirigió a Taehyung.
Asintió, pero con poco ánimo.
Cuando fue a abrir la puerta, Taehyung se encontró con la perfección retratada en persona. Ahí, frente a sus ojos, estaba Jungkook, con unos pantalones de tela que no dejaban nada a la imaginación sobre sus esculpidas piernas y una camisa blanca que se ajustaba a sus brazos y delgada cintura.
—Hola, Jungkook —dijo, y su voz sonó más débil de lo que esperaba.
—¡Hola TaeTae! —el otro respondió y entró a la mansión.
Jungkook venía con flores en sus manos.
—Jimin está arriba, arreglándose —Taehyung dijo, infiriendo que quería entregarle lo más pronto las flores a su pareja.
—Oh —Jungkook le sonrió de tal manera que las piernas de Taehyung se debilitaron y acercó las flores delicadamente a su pecho—. Son para ti.
Taehyung se congeló.
—¿Para mí? —dijo después de recibir el ramo de orquídeas— ¿Por qué?
—Creí que te gustaban las flores.
—Me gustan las flores —Taehyung respondió al instante mientras sus mejillas tomaban un color rosa—. Gracias Jungkook, no tenías que molestarte.
Jungkook no dijo nada, sonrió y Taehyung quiso quitar esa sonrisa a besos, pero...
El pensamiento estaba prohibido.
Era el novio de su hermano. ¿Qué pasaba por su mente?
Y contrario a lo que él creyó, Jungkook no subió a la habitación de Jimin, luego de saludar a la familia, decidió hacerle compañía a él, hasta el almuerzo, que fue el momento donde Jimin apareció.
En frente de sus ojos, Jimin le dio un beso a Jungkook y a Taehyung le dio una sensación amarga en su boca.
Era como si Jimin lo hiciera a propósito y mirara su reacción mientras besaba a Jungkook.
Decidió ignorarlo, al igual que esos sentimientos que crecían de forma inconsciente por Jungkook.
El problema se desató luego del almuerzo. Jungkook notó que Taehyung estuvo callado todo el tiempo, así que después de que todos terminaran el postre y que Taehyung huyera a su habitación, Jungkook lo siguió hasta ella, dejando atrás a Jimin.
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Nothing to You (Kookv)
Hayran KurguKim Taehyung sabe que es prohibido. Admirar las perfectas contorsiones de su rostro, lo es. Creer posible la línea de destellos donde está junto a él, también. Incluso pensar de forma pasional en la maravilla que puede ser sumergirse en su placer...