Capítulo 21

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Durante un año, mientras Taehyung se acostumbraba a la idea de vivir rodeado de los cariños de Jungkook con su hermano, su única consolación fue su pequeña mascota, Yeontan, quien acudía a él cuando se sentía triste y un solo cariño era suficiente para lograr calmarlo.

Taehyung encontró en Yeontan un amor único. Fue su protección y salvación y en ninguna circunstancia esperó que algún día le fuera a faltar.

Una noche en la que Taehyung llegó demasiado cansado de una jornada en su trabajo del restaurante, descuidó que Yeontan, a diferencia de cada día, no fue a recibirlo en la entrada de su casa saltando y meneando su colita para que Taehyung lo tomara en sus brazos y acariciara su cabeza.

Taehyung hundió su rostro en su almohada y suspiró. Adoraba su trabajo, pero eso no significaba que no se agotara. Era humano después de todo. 

Se desvistió y tomó una ducha incluso si era pasada la medianoche. Sus padres no se encontraban y Jimin estaba de viaje en el extranjero.

De alguna manera, los días en que Jungkook no venía a su casa, se sentían extraños, así que maldiciendo que su hermano no esté ahí para permitirle contemplar a su novio como un tonto bajo una ilusión, puso su pijama y cerró sus ojos por unos minutos.

Entonces lo notó.

La soledad era algo que Taehyung no soportaba, lo hacía sentir vulnerable. Por eso, extrañado por la ausencia del can, llamó a Yeontan con un silbido, pero el pequeño animal no llegó a pesar de sus reiterados intentos.

Fue cuando escuchó un pequeño y casi inaudible chillido debajo de su cama.

Yeontan yacía con sus ojos casi cerrados, estirado y con espuma en su boca.

—Tannie, bebé, ¿Qué sucedió?

Tomó al animal en sus brazos y este volvió a lloriquear. Taehyung entró en pánico.

Era tarde, sus padres no estaban, Jimin tampoco, y la única persona que vino a su mente fue Jungkook. Sacó su teléfono celular y marcó.

"Contesta, contesta, por favor, contesta".

El tono de llamada terminó y Taehyung tuvo que volver a intentar, porque no quería hacerlo solo y estaba en shock con Yeontan dormido en sus brazos.

Al tercer llamado, Jungkook acudió.

—¿Hola? —Su voz sonaba adormilada.

—¡Jungkook!

—¿Taehyung? —Jungkook preguntó y aclaró su garganta en un intento de despertar —. ¿Sucedió algo?

Taehyung comenzó a llorar.

—¡Es Yeontan Jungkook! Está dormido, llora y tiene espuma en su boca. Dios, es tarde, no debí llamar, pero ¡estoy desesperado Jungkook!

Taehyung habló demasiado rápido.

—Tae, bonito, tranquilo. ¿Están tus padres contigo?

—No hay nadie en casa. Ni siquiera puedo moverme, e-estoy temblando y... Yeontan, por favor, ayuda a Yeontan.

—En quince minutos paso por ti. Bebé, tranquilo ¿sí? Abrígate y a Yeontan también. Todo va a estar bien.

Pero nada estuvo bien. Con Yeontan en el veterinario y Jungkook a su lado, Taehyung tuvo que ser sostenido por el rubio cuando la joven que los atendió le dijo que el animal había sido envenenado y que llevaba horas así, por lo que el veneno ya estaba en todo su cuerpo y era cosa de minutos para que falleciera.

Taehyung tuvo que despedirse del animal sin ningún familiar a su lado.

Y Taehyung lloró. Lloró tanto, que nunca imaginó volver a sentirse así. Jungkook lo abrazó fuerte y besó su frente tantas veces que se volvió agotador.

Nothing to You (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora