El poder de la ambición fue algo que Taehyung conoció a una edad que no le correspondía y, como consecuencia de ello, obtuvo un estado de fragilidad que le costó superar por un tiempo largo. Eso lo llevó a forjar el poco autocontrol de sus emociones.
Ocurrió poco después de que Taehyung fuera adoptado.
A la edad de nueve años, Taehyung fue víctima de la mente enfermiza y del vestigio del poder.
La empresa de Park Hae Jin en ese entonces se sustentaba, en gran parte, del póker entre empresarios que daban sumas de dinero a cambio de la diversión y el juego.
La casa de Taehyung se llenaba los viernes por las noches de extraños, al menos, a los ojos del pequeño muchacho, lo eran. Su madre, Kim Sully, tomaba su mano cada vez que él intentaba acercarse a su padre.
Al pequeño Tae le llamaba la atención y quería estar con su padre para descubrir de qué trataba aquel juego.
—¿Qué hace papá? —preguntó Taehyung a su mamá una de esas noches mientras ambos pasaban por la mesa donde se llevaba a cabo el dichoso juego.
—Está ocupado, Taehyung, no es momento de interrumpirlo. No cuando juega con sus invitados.
Pero ¿qué sucede cuando a un niño le das la lección de que no debe hacer algo sin que este lo haya experimentado antes?
Exacto.
De esa misma manera ocurrió que Taehyung se escabulló -a escondidas de su madre- por debajo de la mesa y se coló entre las piernas de su padre en esa noche de póker.
El señor Park pidió disculpas y sentó al pequeño Taehyung en su regazo, intentando no distraerse y calmando por un momento a su hijo.
—Bebé —El padre de Taehyung le susurró en su oído en algún momento del juego—. ¿Por qué no vas a jugar con Hyuk?
El pequeño Taehyung se encogió de hombros y asintió. Se bajó de las piernas de su padre y fue al living, donde estaba aquel niño que era mayor ante sus ojos, casi un adolescente.
Y lo era. Tenía catorce años y él solo nueve, por eso nunca había mostrado interés en hacer amistad con el único menor que venía con los amigos de su padre, pues él, no lo consideraba tan niño para jugar.
Era mayor y de alguna forma eso no le hacía gracia al pequeño Taehyung. Además, él era un niño tímido, si pudiera decirse, pero el tono de voz que su padre había utilizado hace unos segundos lo intimidó y lo llevó a sentarse junto a "Hyuk" con un puchero en sus labios.
—Hola —le dijo con su voz tímida —. Soy Taehyung. Kim Taehyung. ¿Cómo te llamas?
—Seung Hyuk —respondió seco el otro, pero sin quitarle ni un ojo de encima.
—Mi padre me dijo que jugara contigo. ¿Puedo jugar contigo?
Y fue el peor error que Taehyung pudo cometer en aquel tiempo, porque, Seung Hyuk era un pervertido en el sentido más obsceno de la palabra, un adolescente hormonal que se daba una paja más de tres veces al día y que no se le ocurrió otra mejor manera que experimentar sus gustos con un niño de nueve años.
Sí, una mente distorsionada, pero la de Seung Hyuk siempre fue así desde que su padre (el mismo que se encontraba también jugando póker) comenzó a golpearlo. Su frustración la descargó en la fijación que tenía con niños menores que él.
Y la primera víctima fue Kim Taehyung.
De alguna forma, como método de autodefensa, los recuerdos son vagos para Taehyung, pero sigue siendo un hecho traumático, porque Seung Hyuk lo llevó al baño y comenzó a tocarlo en partes que a Taehyung no le gustaba. Le hacía sentir asco con tan solo nueve años, y todo lo que él pequeño de esa edad quería hacer era llorar y buscar a su mamá Sully.
ESTÁS LEYENDO
Nothing to You (Kookv)
FanfictionKim Taehyung sabe que es prohibido. Admirar las perfectas contorsiones de su rostro, lo es. Creer posible la línea de destellos donde está junto a él, también. Incluso pensar de forma pasional en la maravilla que puede ser sumergirse en su placer...