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𝓜. 𝓟
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—¿Ustedes que opinan sobre hacer una fiesta este viernes?— Albert se encontraba mirando por la ventana de la sala común.
—Mmm, no lo sé—respondió Alice a lo que jugueteaba con su cabello—. Es la primera semana, Alb. Me tengo que poner al ritmo con todo— mordisqueo sus uñas.
Si, Alice era la más estudiosa de los tres, por lo que obviamente había heredado eso de su madre.
—Oh vamos, Alili—se acercó Albert hasta ella y le hizo un puchero.
Entonces en un abrir y cerrar de ojos ella agarró rápidamente el libro que tenía sobre sus piernas y le dió en la cabeza.—¿Que te he dicho sobre llamarme así ?— regañó llena de ofensa.
—Lo siento...—bajó la mirada—...Alili— sonrió para luego salir corriendo hacia las escaleras que guiaban a las habitaciones.
A lo que reí y me concentré en los pergaminos al frente de mi.
Me encontraba nuevamente haciendo el trabajo para herbologia.
Por lo que estaba escribiendo hasta que escuche la puerta de la sala común abrirse, y fácilmente lo que supuse que eran algunos compañeros de casa—pero no era así.Escuché a alguien aclararse la garganta justo al frente de mi, obligandome a levantar la mirada y mis ojos encontrándose con un profesor Riddle junto a una mirada neutra.
—¿Profesor?—parpadeé confundida—¿Que lo trae por aquí?— fue lo único que pude decir antes de que el me callara con un gesto que hizo con su mano.
Ah, bueno.
—Señorita Camille—murmuró—leí el informe que hizo usted el día martes en detención— sacó sus lentes del bolsillo de su saco, y se los coloco con delicadeza—. Me pareció muy comprometedor lo mucho que sabe sobre pociones— acaricio su barbilla—. La manera en que sabe cada detalle y describió todo minuciosamente se me hizo muy...—hizo una pausa, al parecer buscando la palabra correcta que quería utilizar.
—¿Muy?— lo miré confundida.
—Muy...—colocó su mano en su mentón—. La verdad que bastante curioso—dirigió su mirada a mi—¿Usted recibió toda esta información con la anterior profesora de pociones?— cuestionó—. Porque me parece espectacular, para ser sincero.—su mirada era totalmente seria, lo que me causaba algo de escalofríos.
-—La saqué de libros, profesor— corregí.
—¿Libros?—levantó sus cejas—Mhm—pude notar que mordía su labio interior ansioso.
—¿Hice algo mal? — cuestioné extrañada ante sus gestos, ya que me causaba nervios y mucha ansiedad la situación
—No, para nada—se puso de pie—¿Le gustaría discutir sobre esto el día de mañana?— preguntó apoyando sus manos en la mesa.
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MA PETITE | Tom Riddle
RomanceEra fácil ignorar la necesidad humana de sentir sus labios, pero no ignorar la necesidad de entrar en su corazón. | 𝗗𝗜𝗟𝗙 ¿En la escuela no nos preparan para enamorarmos de lo prohibido, cierto? "Sería capaz de ir al maldito infierno solo para e...