Era fácil ignorar la necesidad humana de sentir sus labios, pero no ignorar la necesidad de entrar en su corazón. | 𝗗𝗜𝗟𝗙
¿En la escuela no nos preparan para enamorarmos de lo prohibido, cierto?
"Sería capaz de ir al maldito infierno solo para e...
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𝓜. 𝓟
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Solo tocaba olvidarme, apartarme del recuerdo de ese tonto beso.
Mi mente divagaba mientras leía sobre defensa contra las artes oscuras en la biblioteca, pero para ser sincera no había entendido ni la mitad de lo que había leído.
Rodé los ojos y dejé el libro a un lado.
Tenía que darle una solución a mis pensamientos, ya que no podía pensar dia y noche en un hombre que tenía la edad de mi padre.
Tenía que engañar a mi mente que era algo insignificante, tal cual yo era para el.
— ¿Cami, hola? — escuché una voz tierna, confundida y dulce a mi lado.
Al voltear me encontré con mi hermana. Joder, ¿ella aún estaba viva?
— ¡Lucia!— abrí los ojos sorprendida— creí que te habías muerto— solté una leve risa.
Con Lucia cuando entrábamos a Hogwarts ni nos molestábamos por pasar tiempo con la otra—ella tenía sus amigos al igual que yo— y éramos de distintas casas, así que ya estábamos acostumbradas a ni toparnos.
— Chistosa— rodó los ojos mientras sonreía y tomó asiento a mi lado—. ¿Cómo estás?— dejó su bolso a un lado.
Que no me ha pasado Lucia, que no me ha pasado.
— Estresada— suspiré— me postulé para una beca— dije indecisa y quitándole importancia mientras dirigía mi mirada al libro que estaba leyendo hace un instante.
—¿Beca?— la escuché confundida a mi lado — no entiendo, explícame.
Y en ese momento me di cuenta de la increíble comunicación que tenía con mi familia, en especial con mi hermana.
— Este año escolar una universidad en Italia entregará tres becas a estudiantes con excelencia aquí en Hogwarts— levanté mi mirada a ella— y pues me postulé, no pierdo nada.— reí nerviosa para encogerme de hombros.
La ví fruncir más el entrecejo hacía mí, y comprendía su asombro y confusión.
— Eso suena increíble Cam— dijo extrañada— te seré sincera, estoy muy sorprendida, ¿Ya le dijiste a mamá?— acercó su silla más a la mía.
— No aún— suspiré— he estado muy ocupada, Lucia— apreté mis labios en una línea delgada.
La ví asentir y bajar la mirada, mientras que jugaba con sus pies nerviosa.
— Bien— me dió una sonrisa nostálgica— estoy muy feliz por ti, Cam— colocó su mano en mi hombro —. Verás que ganarás esa beca, estoy segura— dió leves caricias con su mano.
