❁
𝓜. 𝓟
❁
Luego del almuerzo nuevamente me estaba dirigiendo a la oficina del profesor Riddle. Sabía perfectamente sobre que íbamos a hablar.
Las becas en Italia.
Suspiré para abrirme paso a las escaleras que llevaban a su oficina. Eran demasiadas, por merlin.
Empecé a su subir con cansancio, hasta que llegue al final respirando entre cortado. Antes de tocar la puerta esta se abrió, dejándome ver al profesor Riddle.
—Señorita Mikaelson—dijo sorprendido-¿Que le pasa, se encuentra bien?—cuestionó, mientras tomaba mi hombro.
Yo me exalté ante su toque, y me moví incómoda.
—Ah, si—suspiré—solo que son muchas escaleras hasta su oficina.—reí para ocultar el vuelco en mi estómago.
El profesor Riddle estaba empezando a ponerme nerviosa, carajo.
—Yo veo que no son muchas—frunció el entrecejo— necesita hacer más actividad física, por su salud .—hizo una seña para que pasara a su oficina.
¿Y a este que le importa la condición de mi salud?
Rodé los ojos—Pues no le debe interesar mi condición física o de salud, gracias.—le di una mirada antes de ingresar a su oficina.
Lo escuché reír por lo bajo detrás de mi, lo que hizo que me mordiera el labio.
—Bien—pasó por mi lado, hasta llegar a su asiento—supongo que sabe para lo que la cité aquí.—se sentó sin quitar su mirada de la mía.
Algo demasiado atractivo para mi gusto.
Se encontraba sin su típico saco, con solo su camisa, su corbata deshecha y las mangas subidas hasta por debajo de sus codos.
—¿Becas?—levanté las cejas interrogando.
—Mhm—asintió con su cabeza.
—Bien.—llegué hasta la silla en la que me había sentado la anterior vez—Sigo indecisa, profesor.— arrugué la nariz.
—Quiero saber algo—frotó su barbilla—¿Que es lo que además de su cobardía, la detiene?—ladeó su cabeza.
Albert, Alice, mamá. Fue lo único que llegó a mi mente
—Nada—agaché la cabeza—solo que no veo tener chance de ganar una, y no el gustaría enfocarme en algo que no voy a conseguir— me encogí de hombros.
—Mm, bien.—lo escuché murmurar—
Revisé su exámen de hoy—dijo en un tono firme—es simplemente impecable —levanté la mirada para observarlo, tenía los brazos cruzados y su mirada era totalmente penetrante a mí.
ESTÁS LEYENDO
MA PETITE | Tom Riddle
RomanceEra fácil ignorar la necesidad humana de sentir sus labios, pero no ignorar la necesidad de entrar en su corazón. | 𝗗𝗜𝗟𝗙 ¿En la escuela no nos preparan para enamorarmos de lo prohibido, cierto? "Sería capaz de ir al maldito infierno solo para e...