Una más Weasley y te juro... (Fred Weasley)

#22

Area Residencial, Hogsmeade. 1996

Lumini se cuestionaba si todo eso sobre "dejar que los más jóvenes vivieran su juventud" incluía que Theodore se pasara todas sus salidas a Hogsmeade en lo que se convertiría su cuartel secreto. Consideró realmente una pena que el chico pasara el primer fin de semana de su último año en Hogwarts ayudando a condicionar su nuevo departamento.

Por otra parte, también veía increíble injusto que Fred y George hubiesen cerrado su tienda única y exclusivamente para ir a ayudar con la mudanza también. Sentía estar aprovechándose de todos los que conocía.

Pero de todas formas, nada la ponía más enferma que la sopa de testosterona que se había cocido en su nueva sala de estar.

"Ese hechizo se romperá en menos de un día."
"Provocarás una avalancha apilando las cajas de esa manera."
"Puedes hacer eso mil veces más rápido."
"Si intentas ayudar solo lo complicas más."

De alguna forma, los cuatro chicos estaban convencidos de que el otro estaba equivocado, lo que paradójicamente hacía que todos estuvieran equivocados.

— Realmente me gustaría saber la situación de la relación...

Claro que también estaban los pequeños comentarios de Riley que lograban hacer que Fred olvidara todo el sentido de caballerismo con el que había llegado a ayudar.

— La situación es: te conviene quedarte encerrado en tu habitación toda la noche para no activar las trampas que pienso poner por todas partes.

— Este departamento es igualmente mío que de Lumini— bufó el rubio, molesto por las amenazas que sabía que podrían ser ciertas.

— Que vayan a vivir juntos no significa nada.

— Oh pero sabes que sí significa— picó el chico, jugándose la cabeza solo por decir la verdad que sabía que lo molestaría.— Sabes que Lumini no necesita ningún guardaespaldas, así que no intentes pretender que lo que te preocupa es que yo salga de mi habitación por las noches.

— Si fuera Lumini, no me gustaría estar relacionado con ninguno de ustedes— habló Theodore, guardando sus propios libros en la estantería de la que se había apropiado por adelantado.

— Por supuesto que no, estarías con alguien inteligente y pudiente como tú mismo, ¿no?— se burló George.— Buena manera de entrar en el juego.

— No soy Riley, no estoy ayudando para quedar bien— bufó el menor, extremadamente ofendido por la acusación y logrando la ofensa en el nombrado también.

— ¡¿Por qué escogería hacer la cosa mas peligrosa posible en el contexto y situación solo para quedar bien?!

— Eso es lo que hacen los hombres.

— Sí sí, los hombres son bastante estúpidos, ¿creen que esto sea de los antiguos dueños?— cortó Lumini, señalando una caja aparentemente más vieja que el resto.— ¿Podemos quedárnosla?

— La dejaré para el correo cuando vuelva al castillo— se negó Theodore, mirando severamente a la chica con la que planeaba arriesgar su futuro.

— Si la dejaron debe ser porque no vale mucho— sugirió Fred, copiando la energía de la chica y con esta su curiosidad.

Recordando la manera en la que la pequeña familia había abandonado y puesto en venta el lugar apresuradamente luego de una pequeña e inofensiva visita por parte de un grupo de mortífagos, el trío supo que era muy probable que ese no fuera el caso.