Gretchsheer Manor. 1995.
Con más de la mitad de las vacaciones tras ella, Lumini ya estaba cansada de buscar excusas para sus padres. Estaba segura de que a estas alturas ya ni siquiera podían considerarse creíbles.
Era la cuarta vez en la semana que una torpe lechuza entraba por la ventana durante alguna comida familiar, y Lumini ya no sabía como explicar que su paquete se trataba de una revista a la que, convenientemente, se olvidaba de cancelar su suscripción cada vez que volvían a enviarla. Al menos, aquél falso descuido de su parte solía enojar lo suficiente a sus padres como para enviarla a su habitación, donde se encargaba de maldecir a su novio aún a pesar de la distancia que los separaba.
Se había vuelto casi una costumbre encerrarse en su habitación a leer las cartas que el pelirrojo le mandaba, sintiéndose de lo más impotente ante las insistencias del chico con que no debía escribirle de regreso.
Había armado una pequeña caja con todas las cosas que ese desastroso pajarraco le había traído, y para ese momento ya se estaba viendo obligaba a conseguir un lugar más grande en el que guardar aquellas estupideces. Se cuestionaba demasiado porqué no había tirado ya la mitad, pero debía admitir que releerlas se había convertido en una de sus mayores paciones durante las vacaciones.
Desde la primera carta que comenzaba con "Lamento no haber podido llevarte a La Madriguera" y terminaba con "Por favor, no devuelvas ninguna de las cartas que te envío", se había vuelto rutina tener algo nuevo que leer cada semana. A veces solo pequeños párrafos sobre cuánto extrañaba situaciones específicas que tuvieron en el castillo, a veces con pequeñas historias acerca de cómo la estaba pasando con su familia.
Hasta ahora, sabía que los gemelos habían obtenido sus licencias de aparición y Lumini se había encargado de burlarse personalmente de Jovvian luego de que este fallara en obtener la suya; también sabía que uno de sus hermanos tenía un trabajo en el ministerio de magia, y que otro se convertiría en prefecto ese año. Guardaba como una de sus cartas más preciadas la única que George le había mandado, en donde se encargaba de relatar con absoluto detalle cómo Fred se rio tanto que el jugo de calabaza había salido por su nariz justo en el momento en que tomaban una fotografía, que obviamente no fue perezoso en mandarla también.
Faltaban apenas un par de semanas para que volvieran a Hogwarts, y aún no sabía si sacar tema de conversación con el contenido de la primera carta se consideraría un acto de novia obsesiva. Por otra parte, tampoco estaba segura de qué tan mala persona parecería si ni siquiera comentaba respecto a las cartas y actuaba como si no hubiese recibido nada en todo el verano.
Desde su punto de vista todo parecía una mala idea, y odiaba el hecho de que lo único que quería hacer era volver a ver al chico y que este le hiciera reír con su torpeza. Se moría por hablarle sobre lo que ocurría durante su verano, por compartir todas las bizarras situaciones que le había hecho pasar con sus padres, por quejarse sobre lo nerviosa que sus padres la habían puesto cada segundo del día. Simplemente moría por volver a salir de su casa para no volver hasta las siguientes vacaciones, y aunque sabía que quedaba poco para eso, también sabía que aún le quedaba pasar por la noche más tediosa antes de poder volver a Hogwarts.
Lumini consideraba la última cena antes del regreso a la escuela como un gran evento para todos los estirados padres que esperaban deshacerse de sus hijos cuanto antes. Al menos solía ser la única ocasión en la que tenía permitido estar con Jovvian, pero la familia de su amigo había dejado de participar de la fiesta desde el año pasado.
Podía recordar con nostalgia la primera vez que había encontrado a sus mejores amigos en ese lugar, cuando apenas tenían doce años, fue un momento eufórico tanto para ella como para Jovvian y Riley. Contrastaba completamente con sus recuerdos de la fiesta del año pasado, en donde se la había pasado ignorando los intentos del rubio por acercarse a ella y se había visto obligada a pasar la velada metida entre el grupo de Malfoy. A decir verdad, lo único que pedía era que este año le permitieran sentarse en la mesa de los adultos.
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Una más Weasley y te juro... (Fred Weasley)
FanfictionUna batalla por quién podía dar la mejor y última broma, en la que ninguno de los dos bandos admitiría la derrota fácilmente. Gemelos Weasley vs Lumini. Ya se había convertido en algo usual para los demás estudiantes.