Patio de la Torre del Reloj, Hogwarts. 1994.
— ¡He estado esperando por horas!
Lumini maldijo por lo bajo mientras se acercaba al ruidoso pelirrojo, quien no solo se conformaba con llamar la atención con sus gritos, sino que también necesitaba andar saltando en el borde de la fuente.
— Solo pasaron unos minutos, ¿acaso tus padres son demasiado muggles como para enseñarte a leer la hora?— murmuró, deteniéndose cerca del chico y esperando a que él se bajara de su escenario y se parase frente a ella.
— No hagas eso— frunció el ceño, pero sin intenciones de comenzar una pelea.— Te he observado durante seis años, sé que hablas con hijos de muggles.
— ¿Harás que me arrepienta de haber venido?— bufó la chica, evitando a toda costa devolverle la mirada al más alto.
— Tampoco quiero arrepentirme de estar aquí— aclaró, sintiendo nuevamente aquella dificultad para encontrar las palabras correctas.— Pasaremos el día juntos, ¿cierto? Solo quiero que salga bien...
— También quiero que salga bien— respondió Lumini, cruzando sus brazos y mirando instintivamente al suelo.— Estoy incómoda, ahí lo tienes, ya lo admití— sintió una serie de escalofríos recorriéndola.— Voy a seguir insultando cosas, pero no exactamente porque esas cosas merezcan ser insultadas.
Pasó por el lado del pelirrojo con rapidez, comenzando a seguir al resto de alumnos que iban en manada hacia los carruajes que les llevarían a Hogsmeade.
— ¿Ese es tu mecanismo de defensa?— el pelirrojo soltó una risa, dispuesto a dejar aquello atrás y seguir avanzando.— Al menos es mejor que el mío, yo solo suelo balbucear hasta avergonzarme a mí mismo.
— Lo sé...
Ambos sintieron la tensión despejarse un poco mientras compartían una risa, pero la incomodidad de Lumini no tardó en volver y en pocos segundos ya se encontraban nuevamente en silencio.
— Por cierto, si noté porqué tardaste— comentó el chico, logrando que Lumini volteara a mirarle.— Tu peinado se ve bien.
Hasta ese momento, su caminata ya los había alcanzado al resto de su grupo, quienes esperaban por ellos para partir.
Por su parte, Fred no podía negar que sintió un huracán en su cabeza mientras más cerca estaban del carruaje, pues tenía una duda y sabía que su respuesta iba a estar mal, cualquiera fuese la que eligiera.
Pero cuando estuvieron apunto de subir, finalmente logró decidirse por tenderle la mano en un intento de ayudar a su acompañante a subir al carruaje, claro que no contaba con que, hasta que se debatiera por hacerlo o no, Lumini ya había decidido aceptar la ayuda que Jovvian le proporcionaba desde arriba del vehículo. Para su suerte, ambos Slytherin parecieron ignorar tanto aquello como las risas que sus compañeros de Gryffindor le regalaron.— ¡¿Desde cuándo saber hacer trenzas?!
Lumini se sintió reconfortada al oír la familiar voz de su amigo, caso completamente contrario al del pelirrojo, pues sintió como la atención de la chica dejaba de enfocarse en él.
— Hice un trato con Maggie a cambio de que me las hiciera— admitió la chica, riendo un poco.— Debo planear una broma contra unos chicos de Ravenclaw...
— ¡Pensé que ya habíamos dejado eso atrás!— se quejó, empujando a su amiga.
— ¿Por qué debería dejarlo atrás?— bufó Lumini, rodando los ojos y encontrándose levemente con la mirada de su cita.— Tal vez... eh... ¿quieres ayudarme a hacerla, Fred?
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Una más Weasley y te juro... (Fred Weasley)
FanfictionUna batalla por quién podía dar la mejor y última broma, en la que ninguno de los dos bandos admitiría la derrota fácilmente. Gemelos Weasley vs Lumini. Ya se había convertido en algo usual para los demás estudiantes.