Hogwarts, Escuela de Magia y Hechicería. 2 de mayo, 1998.
Estaba asustada, débil y apenas era capaz de continuar moviéndose.
Lumini no se decidía si clasificarlo en su top 3 de peores momentos de su vida, aunque seguramente alcanzaba el top 5.
Usualmente le gustaba agrupar los acontecimientos de su vida en distintas categorías, para que cuando envejeciera pudiera escribir sus memorias y dejarlas para que sus nietos supieran lo asombrosa que había sido. Era difícil recordar los malos momentos como inspiración para su futura autobiografía, pero al menos la ayudaba a asimilarlo más rápido.
Se preguntaba cómo haría para asimilar lo impactante que se sentía correr por medio de los pasillos que alguna vez había recorrido riendo y que ahora se encontraban tan deplorables como ella misma, pero también le daba curiosidad saber cómo iban a asimilarlo el resto de personas en el terreno.
Jovvian le había dicho miles de veces que su método de asimilación no era otra cosa que un boleto de ida para desarrollar problemas mentales, pero aún así solo podía pensar en si el chico también se encontraba en ese lugar y si tomaría su propio consejo cuando tuviera que afrontar todo lo que pasaba. Lo único que esperaba es que de hecho le tocara asimilarlo, pues la otra opción sería mucho más lamentable.
Eso abría lugar a que se preguntara a cuántas personas allí conocía. Incluso si aún no se encontraba a nadie por los pasillos, si se esforzaba podía oír el alboroto en otras partes del castillo.
Siempre había creído que pasearse por el castillo desierto era un poco tétrico, pero el sentimiento que acompañaba estar a minutos de un duelo seguro lo hacía peor. Era casi como estar caminando en un campo minado, lenta y silenciosamente para no causar más revuelo del necesario y que nada explotara, o en este caso que nadie llegara y tuvieran que pelear.
Pero todo su esfuerzo fue lanzado a la basura cuando se vieron acorralados por las voces que provenían desde la esquina que planeaban doblar, teniendo un pasillo lo suficientemente largo a sus espaldas como para que retroceder les fuera imposible.
Intentó girarse hacia Theodore en busca de ideas, pero el chico solo le devolvió una mirada asustada antes de entrar en un estado de desesperación.
— ¡Cave Inimicum! ¡Cave Inimicum!— exclamó Lumini en un susurro, urgiendo a que el chico levantara una temblorosa mano con su varita y conjurara el hechizo sobre ambos.
— Dos filas ordenadas, por favor.
Habiéndose ocultado justo a tiempo, ambos chicos pudieron observar en primera fila como los alumnos de la casa de Slytherin eran acarreados, varios a la fuerza, por prefectos y profesores. Claro que eran seguidos por las demás casas, pero ninguna siendo igual de controlada que la suya.
— No hay discusión, todos los menores deben ser evacuados de inmediato.
Aunque sí había otros alumnos que estaban siendo llevados a la fuerza, y esas palabras por parte de su antigua profesora de aritmancia le dio el suficiente contexto.
Cuando aquel grupo pasó, esperó un tiempo antes de moverse o respirar siquiera, y estaba agradecida de que Theodore hubiera compartido su idea pues cuando estaba a punto de determinar que ya podía continuar, fueron detenidos por los pasos que resonaban y les advertían que alguien regresaba corriendo.
— Rápido, podemos unirnos al resto en el Gran Salón.
Pese a que esa frase podría haberle sido de mucha importancia si se apegaba a su plan de recoger información relevante para la inminente batalla, fue fácilmente distraída por la cabellera roja que estaba en la retaguardia del grupo que regresaba.
ESTÁS LEYENDO
Una más Weasley y te juro... (Fred Weasley)
FanfictionUna batalla por quién podía dar la mejor y última broma, en la que ninguno de los dos bandos admitiría la derrota fácilmente. Gemelos Weasley vs Lumini. Ya se había convertido en algo usual para los demás estudiantes.