#13

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Cercanías del lago negro, Hogwarts. 1995.

— ¿Por quién apuestas?

 Lumini tenía la mala costumbre de reaccionar violentamente hacia cosas que le sorprendían, pero Jovvian estaba más que acostumbrado a esquivar los golpes de su amiga.

— ¿Los dragones siguen en la prueba?— devolvió la pregunta Lumini, frunciendo el ceño al no confiarle la victoria a ninguno.

— Creo que aún tienes oportunidad con Cedric— se encogió de hombros.— Sé que tú y Fred tienen esa cosa, pero salir con el campeón del torneo de los tres magos...— soltó un suspiro de niña enamorada.

— ¿A quién le importa Cedric?— bufó la chica, riendo al negar con la cabeza.— Hay que ir con el premio grande— desde el lugar en el que estaban sentados se lograba ver a la perfección la orilla del lago, en donde Viktor Krum se encargaba de ostentosamente estirar sus músculos bajo la mirada de sus admiradoras.

— No me malinterpretes, estoy en una feliz relación, pero Viktor...

— Sí— concordó su amiga, sin necesidad de oír el resto de la oración.— Y la sangre...

— ¡Hola!— un cuerpo se lanzó al suelo justo a su lado, interrumpiendo de manera abrupta su conversación.

— Eso te dolió bastante— murmuró Lumini, observando al pelirrojo sonreír a pesar de haber caído sobre el césped recién podado.

— No deberían sentarse cerca de piedras— soltó un quejido mientras quitaba una roca de abajo de su cuerpo y la lanzaba lejos.— Tampoco deberían usar término insultantes.

— Nos referimos a otras personas de maneras que deberían preocuparte más— insinuó Jovvian, volviendo su vista hacia el lago.

— ¿Qué miran?— alguien un poco más civilizadamente había decidido sentarse a su lado.

— Al calamar gigante— contestó Lumini, ante la falta de palabras de Jovvian hacia Lee.

— ¿Les molesta si los acompaño?— Angelina decidió sentarse sin esperar respuesta, con los ojos brillando al compartir lo que los otros miraban.

— ¿Qué demonios tiene Krum?— bufó George, acercándose también.

— Músculos sobre sus músculos— señalo Jovvian, con total obviedad.

— ¡Eso no es justo! ¡Yo también puedo quitarme la camisa!— Fred intentó hacer el amague de deslizar su ropa fuera de su cuerpo, recibiendo tan poca atención como lo habría hecho en un lugar completamente vacío.— Como sea...

— Sí quiero verte sin camisa— aseguró Lumini, con la voz más monótona posible y la mirada aún clavada en el otro chico.

— ¡Que lo digas así es aún peor!— volvió a lanzarse desganado en el césped.

— No, no, hablo en serio— le envió una rápida mirada con una pequeña sonrisa.

— Mientes— gruñó el pelirrojo, estirándose cada vez más en el suelo y formando un gran berrinche en el proceso.— Las chicas siempre son así.

— ¿Así?

 Ciertamente, Fred prefería cuando nadie le prestaba atención, pues en el momento en que tanto Lumini como Angelina se giraron hacia él con una expresión seria, supo que no siempre era bueno ser el centro de atención.

— Creo que se refería a que las chicas suelen distraerse demasiado con chicos con esa clase de músculos— el intento de salvación por parte de George, terminó en su propio hundimiento.— Lee... rápido...

Una más Weasley y te juro... (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora