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Por otro lado, esa misma mañana, en la misma ciudad, a las diez de la mañana, un joven de 27 años estaba siendo despertado por su hermana menor que a gritos le decía que ya se levantara.

El hombre se acomodó en la cama que la pareja le había arreglado para que durmiera en su visita a la ciudad, quejándose por tener que salir y empezar el día.

—¡Mikey! ¡Arriba, levántate, es hora!— su hermana llegó a la puerta de la habitación cargando en brazos a la pequeña bebé que estaba tranquila siendo acurrucada por su madre, observando todo curiosamente.

Sano Manjiro seguía revolcándose en la cama perezosamente tratando de acallar la voz de su hermanita y seguir durmiendo, pero cuando la mujer lo destapó y empezó a aplaudir para que le levantara supo que no importaba los berrinches que hiciera, no podría contra el poder de Emma.

Eso no significaba que se levantaría sin quejarse, así que se arrastró hasta el comedor balbuceando, haciendo ruido con los pies hasta llegar y se sentó a comer.

Escuchaba como su hermana estaba animada, al día siguiente iba a ser su cumpleaños y hoy irían al concierto de uno de sus artistas favoritos. Mikey también estaba bastante emocionado, ya que a él también le gustaba un montón ese cantante, era un fan total. Iba a ser el segundo concierto al que asistirían, a parte, era el cierre de gira y esperaban un show espectacular como en las ocasiones pasadas. Quizás podría hacer que el joven lo notara, cayera ante sus encantos y terminará la relación con Tachibana Hinata y se casara con él, ya había hecho el cartel con días de antelación.

—Oye, Emma, ¿A qué hora viene Kenchin? El show comienza a las ocho.

—Él viene a medio día, dejará en cargo a Wakasa-san, y sí, el show comienza a las ocho, pero debemos estar desde antes, hay unos teloneros que abren el concierto, son muy talentosos, ¿Conoces a los hermanos Haitani? Quiero verlos en vivo, hay una amiga que está loca por ellos.

Mikey asistió y siguió comiendo lo que su hermana había preparado, viendo cómo ella iba de un lado a otro, arreglando la casa luego de una noche en la cual se habían reunido todo el grupo de amigos, ya que era bastante difícil que eso pasara, por las agendas de todos. Emma limpió la sala y la cocina mientras su hermano terminaba de comer y le encargó que lavara la vajilla, ya que ella tenía que alistar a su bebé porque la iba a dejar al cuidado de Yumi, esposa de uno de los amigos de su esposo y hermano, se llevaban bien y confiaba en ella para que cuidara a su niña por las horas que no iba a estar.

El rubio lavó los platos y ollas que estaban sucias, no eran muchas en realidad, pero dejó la cocina limpia. Emma estaba ocupando el baño así que prendió el televisor, estaban dando una película animada, así que la dejó, revisó su celular y sus mensajes,  a uno de sus empleados, preguntando si no había ningún inconveniente en el restaurante, unos minutos después recibió la respuesta del joven, diciendo que todo estaba bien, que no se preocupara y que disfrutara de sus vacaciones.

Mikey contestó con un sticker y cerró la conversación, se puso a ver redes sociales, viendo las últimas fotos que su artista favorito había subido: la primera imagen era en la terraza del hotel con una vista preciosa nocturna y el Idol de espaldas, la segunda era prácticamente igual, solo que el Idol miraba a la cámara sobre el hombro con una expresión más seria y la última estaba el Idol ya de frente, de espaldas a la ciudad, sus ojitos cerrados y con una sonrisa brillante.

Le dió like a las fotos y le comentó lo guapo que era y que lo amaba más que a su propia vida.

Guardó las tres imágenes en su galería después de besar su pantalla, la tercera imagen la estableció como fondo de pantalla.

Minutos después Emma le encargó que cuidara a la niña mientras ella se bañaba, el rubio asintió, tomando a la pequeña Olivia en brazos, sonriendo por la ternura de su sobrina: era una niña blanca como el papel, rubia y con ojos grandes iguales a los de su hermana, pero tenía la misma tranquilidad de su mejor amigo, casi nunca lloraba, solo pedía comida y dormía casi todo el tiempo, a excepción de la vez que Manjiro una vez estando de ruidoso despertó a la bebé y ella comenzó a llorar fuertemente, por esto, terminó siendo perseguido por su hermana tratando de golpearlo con una chancleta.

Di que sí, IdolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora