Takemichi llegó puntualmente a las 8 cuando la tienda ya estaba cerrando, saludó a Jonás y a Lily quienes eran los únicos empleados que quedaban, Mikey estaba en el mostrador hablando por teléfono y al oír la campanilla de la puerta le sonrió y lo saludó con las manos, el cantante lo escuchó hablar.
—Sí, sí, ya sé, hoy sí llego temprano… No, no tienes que venir a recogerme, ¿qué te pasa?... Qué sí… Joder, Senju, déjame tranquilo, ocúpate de tus asuntos… ¿Qué?... Ah, sí… Bueno, tendrás que esperar al final de mes que cuadre cuentas… Sí, sí… Ay, ajá, ya nos vemos.
Las expresiones del ojinegro cambiaron constantemente mientras hablaba con su mejor amiga, luego, simplemente colgó la llamada, suspiró y se dedicó a mirar al idol que tenía el rostro ligeramente inclinado y una de sus cejas levantadas mientras le sonreía.
—Supongo que tienes cosas que hacer, ¿Quieres que te lleve?
Preguntó pero sabía que la respuesta sería negativa, ya que el pelinegro iría en su moto.
—En realidad sí, por favor.
El pelinegro ya estaba bastante acostumbrado a las declinaciones ante esta propuesta por parte del pelinegro, así que esto lo sorprendió, pero felizmente aceptó.
—¡Claro! Tendrás que indicarme el camino, como siempre.
—Sí, no te preocupes, ¿podrías esperarme un momento? Tengo que traer unas cosas de la oficina, no me demoro.— al decir esto el de cabello liso salió de la vista de todos, así que la atención se fijó en el otro.
Les preguntó cómo había sido el día y ellos contestaron que bien, algo cansado como usualmente, cada vez había más y más clientela, así que había más y más trabajo, esto dejó pensativo al cantante, que escuchaba atentamente a ambas personas, probablemente Mikey estaba igual de estresado que ellos dos, debería llevarles un detalle al día siguiente.
Cinco minutos después el mayor apareció de nuevo cargando dos cajas bastante grandes, Takemichi se acercó y las tomó, forcejeando con Sano debido a esto.
—Déjame ayudarte, Mikey-kun, debes estar cansado, si quieres puedes tomar las llaves del auto y abrir el baúl para ponerlas allí, ¿sí? No seas tan terco y hazme caso.— el pelinegro bufó ante esto pero era verdad, estaba cansado y quería simplemente llegar a su casa y dormir.
—Vale, está bien.— el mayor alargó la primera sílaba de la primera palabra rendido. —¿Dónde están las llaves, Takemicchi?
—En el bolsillo de mi pantalón, de este lado.— señaló su lado derecho y el mayor buscó y las encontró, las sacó y las mostró orgulloso. Sonriendo, Hanagaki empezó a caminar hacia la puerta principal, despidiéndose de los empleados, Mikey fue detrás de él y se despidió de igual manera, dejando una atmósfera de matrimonio.
Se metieron al carro luego de meter las cajas en el maletero y entraron al carro, mientras el mayo indicaba la dirección, hablaban de su día.
—Estoy pensando en comprar el local del lado, pero debo ver qué tanto gané este mes y si me da para poder hacerlo, tengo que contratar más personal y todos los gastos que implica la remodelación, agh, es realmente cansado.
—Podrías empezar a obtener gastos de otros lados, no sé, con las redes sociales o implementando los domicilios para que no se llene tanto la tienda presencialmente, yo podría ayudarte con lo que necesitas.
—No, gracias, prefiero hacer las cosas por mí mismo, pero sí tomaré tu palabra con las redes sociales, a ver, supongo que me va a llegar incluso más clientela pero si me llegan ingresos podré ampliar el local pronto.
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Di que sí, Idol
FanfictionTakemichi es uno de los idols más importantes de la década, su éxito se debe a su encanto y talento, teniendo todo lo que en algún momento alguien podría desear. En el último día de su gira pasa algo extraordinario antes de que comenzara el conciert...