Les tengo un regalito al final del episodio, disfruten, amores.
Tres días después el pelinegro tuvo su primera cita con su terapeuta luego de mucho tiempo, ya que al estar tan ocupado con los asuntos de la gira, su relación y sus amigos poco tiempo le quedaba. Ser un idol implicaba muchos sacrificios, entre ellos el hecho de que su tiempo libre era realmente escaso; a parte del hecho que seguía siendo difícil para él mostrar sus debilidades frente a los demás, incluso frente a un profesional que tenía la labor de ayudarle con ese proceso.
Fue una cita virtual ya que su psicólogo y él se encontraban en ciudades distintas, así que era la única manera.
—Takemichi, qué bueno saber de ti, hace meses no había podido hablar contigo.— comentó el hombre apenas empezó la llamada, viendo atentamente la imágen de su paciente en la pantalla de la computadora.
—Me alegra mucho verte, Kisaki.
Kisaki Tetta era un magnífico profesional, siempre le brindaba una perspectiva realista de las situaciones ya que el pelinegro al ser tan emocional muchas veces necesitaba una voz de la razón y usualmente sus amigos no se atrevían a hablarle muy fuertemente por miedo de hacerlo sentir mal. Su psicólogo era perfecto para ese trabajo, al ser tan racional y analítico.
—Bueno, ¿Cómo te ha ido? ¿Hay algo de lo que quieras hablar específicamente?— Hanagaki río discretamente mientras era observado por su terapeuta.
—Estoy bastante seguro que estás enterado de lo último que ha pasado en mi vida, ¿No es así?— Kisaki entrecerró sus ojos e hizo una pequeña mueca antes de responder la afirmación del pelinegro.
—Bueno, eres bastante famoso, llegué a escuchar algo por ahí, pero prefiero que tú me comentes la situación, ¿bien?
El ojiazul bajó la mirada avergonzado y el de cabello rubio teñido tomó notas de la actitud del otro.
—Hinata me engañó, con Chifuyu.— escuchó como el moreno hacia un pequeño sonido de afirmación, indicando que continuara.— todo el mundo se enteró antes que yo, todo esto pasó en el día de mí último concierto, y tú sabes lo importantes que son los conciertos en mi vida, más que todo ese, ya que como me tomé un descanso quería que ese día se marcara en la historia de mi carrera. Y bueno, al final sí se marcó, pero no de la forma en la que estaba esperando.
—Muchas cosas no pasan de la forma en la que esperamos, ¿verdad?
—¡Dímelo a mí! Lo aprendí a las malas.
El pelinegro sentía como su pecho se hinchaba y su garganta se secaba, empezó a recordar todo tan vívidamente que le iba a ser imposible no llorar nuevamente. Esto no pasó desapercibido por el psicólogo, que seguía tomando notas velozmente.
—Por favor continua, ¿Qué más pasó cuando te enteraste de esto?
Takemichi cerró fuertemente sus ojos, adolorido, tratando de recordar bien todo ese día.
—Bueno, ese día cuando desperté Hina no estaba, no sabía dónde estaba pero realmente no lo pensé mucho, solía salir sin avisarme, la llamé y no me contestó, llamé a Chifuyu y tampoco, pero no pensé en nada malo, porque soy un maldito iluso que no ve nunca las malas acciones de las personas que me rodean.— mientras el pelinegro narraba la historia Kisaki analizaba cada movimiento del ojiazul, detectando mucha ansiedad y deseo de protegerse.— luego hicimos el amor y ella se fue cuando terminamos, llamé a Chifuyu porque quería ir a comer con él, pero me dijo que estaba ocupado, sí, iba a estar muy ocupado entre la piernas de Hinata.
Llantos más intensos le impidieron continuar con su narración, se disculpó con el teñido mientras limpiaba sus lágrimas y trataba de recomponerse. Se sentía tonto llorando como un niño pequeño, el otro negó, diciéndole que estaba bien, que era natural para una persona como él estar así.
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Di que sí, Idol
FanfictionTakemichi es uno de los idols más importantes de la década, su éxito se debe a su encanto y talento, teniendo todo lo que en algún momento alguien podría desear. En el último día de su gira pasa algo extraordinario antes de que comenzara el conciert...