dream candy shop - taiju x lectora

꒰09꒱˖♡

Narras tú ♡

Entré a casa y salí corriendo a mí habitación lo más rápido que pude, había besado la mejilla de un chico justo en frente de mis padres. La verdad no quería enterarme que pensaban ellos así que corrí a mí cuarto y me encerré.

Allí me saqué el peinado delicadamente, acomodé el lazo junto al vestido y las sandalias en el lugar de todos mis calzados.

Me puse mí pijama y me acosté, fingiría dormir cuando cualquiera mis padres entrara, para evitar una conversación incómoda.

La habitación de mis papás queda al final del pasillo, pensé que escucharía sus pasos alejarse pero entraron a la mía, dejaron a Cami durmiendo en su cuna, me dieron un beso y ahora si se alejaron para ir a dormir

Suspiré y me dejé vencer por el sueño.

Al día siguiente mi mamá me despertó.

- Mona~, hora de ir a la escuela.

- Cinco minutos más...

- Hm Hm! - Negó con la cabeza - Vamos cariño apenas es el primer mes.

- Awww.

Me vestí con el uniforme, me cambié y dejé a mamá preparar mi cabello.
Desayuné de mala gana, no soy una persona a la que le guste demostrar mi miedo pero realmente estoy asustada de que Hakari y esas chicas vuelvan a hacerme lo mismo.

Apenas es el inicio de segundo grado, no quiero que todo el año sea un infierno, no voy a soportar mucho fingiendo una sonrisa.

Me duele el estómago.

- Ya llegamos _____, ten un buen día mi princesa.

¿En que momento llegamos?

Ya que, me bajé y corrí directamente hacia Ryoba que estaba dibujando tranquilamente. Me rodee de mis amigos y las risas detrás nuestra se hicieron cada vez más lejanas, estoy en mi lugar seguro.

- Buenos días _____.

- Buenos Taiju.

- ¿Estás bien? Te ves un poco decaida.

- Estaré mejor, solo necesito acostumbrarme a... Esto.

El timbre de entrada sonó y fuimos al aula.

Debido a que solíamos ser amigas, mi asiento está justo en medio de Shario y Hakari, que dolor de cabeza. Ryoba y Taiju también están cerca mío, al menos no estaré tan sola.

Llegó el primer recreo y las ví caminar hacia mí, haré el intento de ignorarlas pero cuando ya hablan demasiado se hace imposible.

- Tuviste suerte de que tu noviecito te protegió en clases, pero no lo veo aquí ahora ¿Oh sí?

- No necesito que me protegan, Hakari.