dream candy shop - taiju x lectora

꒰28꒱˖♡

»•» Parte 2 «•«

Narra Taiju.

- Dime la verdad ¿Vas a secuestrarme?

Me reí, había terminado de vendarle los ojos con un pañuelo rojo, ella seguía sonriendo de oreja a oreja.

- No voy a secuestrarte _____, solo quiero que la sorpresa sea una verdadera sorpresa.

- Pues ya sé donde estamos, así que sorpresa sorpresa no es - Sonrió - Si traes dulce recuerda que me gustan los...

-...Chocolates rellenos - Terminé la frase por ella, dejándola con la palabra en la boca - Volveré rápido no te desesperes.

- No tener la capacidad de ver ya me desespera Taiju Shiba.

- Pues deberás acostumbrarte porque aún queda un rato.

_____ bufó y abrí las ventanas del auto para salir de él tonteando con las llaves mientras entraba al local.

La qué atendía era una señora bastante grande, cuando me vió entrar se acomodó los lentes con una sonrisa y me dió la bienvenida.

- Buenas noches, ¿Qué se te ofrece cariño?

- Hice un pedido hace unas horas, ¿Taiju Shiba, puede ser?

Ella ojeó un papel que tenía en el mostador y asintió con la cabeza, tachando lo que parecía ser mi nombre del papel.

Después salió por la puerta detrás de ella y volvió con un ramo enorme de chocolates y un montón de dulces que rellenaban el ramo también. Ella cuidadosamente lo ajustó con un moño dorado y le puso la etiqueta de la tienda.

- Es muy bonito ¿A quién se lo darás?

Que le interesa vieja metiche.

Pero no puedo decir eso que falta de respeto, abrí la billetera y respondí con u a sonrisa.

- Es para mi novia.

- Es muy romántico, sabes, los jóvenes de hoy en día ya no hacen cosas como estas - Hubo un minuto de silencio incómodo hasta que me vió con el dinero en la mano - ¡Oh! Mis disculpas.

Suspiré y forcé una sonrisa. Cuando le entregué el dinero me dió el ramo con extremo cuidado de que no se cayera nada. Ni hablar salir del local con esta cosa, fue un verdadero dolor de cabeza empujar la puerta con las manos ocupadas.

Volví al auto y _____ estuvo atenta a cuando abrí la puerta. Olfateó un poco y sonrió.

- ¿Sabías que los chocolates y las flores son algo muy cliché? Exactamente como me gusta.

- Tengo algo aún más cliché para tí que esto.

Esa sonrisa que puso me la contagió a mí, aún sin poder ver el brillo de sus ojos sé que está feliz.

El camino hacia el lugar donde quería llevarla era largo y ella se empezó a dar cuenta de ello.

Al llegar nos bajamos del auto y le quité la venda de los ojos. Se dió vuelta con la boca abierta y corrió al barandal que estaba allí.