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Narra Taiju

Pasó mucho tiempo desde que la conocí por primera vez y soy tan cobarde que aún no he aclarado mis sentimientos.

Tres meses exactamente, Abril, Mayo y Junio pasaron volando, aunque viéndolo con otros ojos me alegra que sigamos siendo amigos.
No voy a mentir la llegada de Katsuo me intimidó un poco y llegué a pensar que se alejaría, pero solo confirmé que ella me quiere mucho.

Carajo eso sonó muy cursi.

Como sea, un día el señor Iwazumi llegó a casa con una mirada preocupada, cargaba a su bebé en un brazo y le daba la mano a _____ con el otro.

- Papá, ¿Qué hacen los Shirokawa aquí?

- Niños quédense aquí, tengo que hablar con el papá de _____ y Camila.

Nuestro padre salió y _____ entró a la casa con su hermanita en brazos, si vien vino con nosotros sonriendo, psar tanto tiempo con ella me hizo darme cuenta que algo estaba pasando.

- Muñeca - Saqué algunos mechones cubriendo su cara - ¿Estás bien?

- ..¿Puedo serte sincera?

- Siempre - Dí una palmadas en la silla un estaba al lado mío para que ella se siente.

Dejó a su hermanita caminar un poco por la casa y Yuzuha con Hakkai se ofrecieron a supervisará mientras _____ hablaba conmigo.

Lo que menos esperé fue verla derrumbarse justo en frente mío, puso sus brazos en la mesa como si fueran almohadas y dejó caer su cabeza ahí.

- Mamá está en el hospital, papá estaba muy serio y si me trajo aquí significa que es algo grave...

- Muñeca.

- No sé cómo reaccionar ¿Y si le pasa algo? ¿Y si mi mamá muere en un hospital?

La miré apenado pero cuando levantó su mirada me asusté

Ni siquiera estoy bromeando, la niña más amable y dulce me estaba dando miedo.

Levantó su rostro y ni una lágrima rodaba por sus mejillas, en su lugar había una mirada sombría con la vista perdida en algun punto del comedor.

- Muñeca, escúchame - Suspiré - Ya pasé por esto una vez y realmente no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemigo, lo único que te puedo pedir ahora es que tengas fe de que todo saldrá bien.

Su rostro cambió un poco, no tenía su sonrisa radiante pero intentó con lo que pudo sonreírme.

Pasé mi brazo por encima de sus hombros y la abracé. De manera tierna ella dejó caer su cabeza en mi hombro.

- Gracias por estar conmigo, Tai.

- Siempre estaré para tí, muñeca.

dream candy shop - taiju x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora