Capítulo 18

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Capítulo 18. Una Cuestión de Tiempo

*Historia creada y escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico y digital en Amazon. También se encuentra disponible en Patreon en formado digital. 💖 Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar este y otros libros completos, así como capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

«Pon dos barcos en mar abierto, sin viento ni marea, y terminarán encontrándose. Lanza dos planetas en el espacio y caerán uno sobre el otro. Pon a dos enemigos en medio de la multitud, e inevitablemente se juntarán. Es una fatalidad, es... una cuestión de tiempo; eso es todo». Julio Verne.

Taehyung recuperó su apetito con naturalidad. Probar el delicioso estofado caliente del almuerzo fue algo que agradeció su resentido estómago en pleno invierno. Patatas con ternera, zanahoria, guisantes, vino tinto y laurel. Sus ojos se empañaron de felicidad tras la primera rica cucharada, mientras Jungkook se servía el doble con un pan de pasas recién horneado. La sangre de los proveedores volvió a funcionar en el organismo de Taehyung, más allá de percibir un ligero regusto insípido en comparación a la exquisita sangre del dhampir que le había estado alimentando. Supuso que sería por la poca concentración de hemoglobina de seres que vivían cediendo sus venas.

«O tal vez, Jungkook sabía demasiado bien».

Jungkook y él se dieron su espacio esos días, casi como si estuvieran previniéndose el uno del otro sintiéndose sobrecogidos por sus emociones. Cuando sus dedos comenzaban a helarse en el exterior, los novicios dhampir cambiaron su zona de entrenamientos a los gimnasios techados. Y mientras los moroi presentaban una síntesis sobre las patologías creadas por la licantropía, como, por ejemplo, deformaciones físicas, exceso de vello, pérdidas de memoria y desorientación tras las fases lunares; los dhampir practicaban lanzamientos de finas dagas de plata contra dummies de entrenamiento, conociendo en sus escasas clases que las estacas de plata resultaban demasiado caras y pesadas como para permitirse llevarlas encima. Las chimeneas del invierno ardían con el fuego azul de la Directora Nira proporcionando ráfagas cálidas, y una tenue y mágica luz que resplandecía durante días enteros sin extinguirse. Taehyung, Namjoon, Jimin y Jungkook salieron un par de veces más al bosque próximo a la academia para que el moroi estimulase su elemento en un espacio más abierto. Taehyung estaba mucho más animado desde que recuperó el apetito, y se sintió lo suficientemente motivado como para lograr romper el hielo de Namjoon con su esfuerzo, diluyéndolo en el lago con un llamativo vapor caliente que provocó una sorpresa en ambos.

—Ya, está. Lo tienes —exhaló Namjoon levantándose de una roca.

—¿Y-yo he hecho eso? —dudó el rubio llevándose una mano a su propio pecho.

Namjoon alzó la cabeza y abrió la boca, siendo incapaz de procesar lo que estaba viendo. Jimin y Jungkook paseaban por la zona como acostumbraban a hacer, cuando vieron decenas de hojas secas flotar sobre sus cabezas.

—Mira, Jungkook —señaló Jimin, con Jungkook alertándose a su lado.

El pelinegro salió disparado hacia ellos, deteniéndose a solo unos metros con los ojos muy abiertos. Las hojas se arremolinaban como una misteriosa brisa circular, rodeando a ambos moroi. Taehyung levantó la cabeza y giró sobre sí mismo, sintiendo el saludo de la naturaleza. Era él. No sabía cómo, pero estaba haciéndolo. Y cuando aquello se detuvo en seco, las hojas llovieron desde el cielo sobre ellos, provocando una risita compartida con Namjoon y un suspiro de alivio en el dhampir pelinegro.

—Estoy empezando a sentirme muy mal por haber nacido dhampir —ironizó Jimin con los brazos en posición de jarra—. ¿Esto del poder no puede compartirse un poco?

Tik Tak Teeth [Vol. 1] ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora