Palacio de Topkapi.
Luego del escándalo sucedido en la anterior celebración la pelirroja se encontraba nerviosa pues su única y mejor amiga fue descubierta, tenía que hacer desistir al sultán de ejecutar a su amiga, sabía que si el sultán desistía de ejecutar a su amiga causaría mucho revuelo en el palacio y pondrían en duda su forma de gobernar pues fue a un miembro de la dinastía que intentaron envenenar, pero aún así ella intentaría hacer cambiar de opinión al sultan, y su plan empezaría esa noche, en donde se colaría a los aposentos del sultan.
Por otro lado estaba el sultán con su primera esposa y sus hijos, los cuales se encontraban hablando de que sería el próximo bebé de su madre.
-Será una sultana.- dijo la pequeña Mariham.
-Será un príncipe.- contradijo el pequeño Osman.
-Claro que no, será una niña que jugará conmigo.- volvió a quejarse la pequeña Mariham.- Madre dile a Osman que tendremos una hermanita.
-Cariño sea niño o niña será su hermano y tendrán que cuidarlo y protegerlo como siempre lo han hecho, ¿Entendido?.- los dos menores asintieron con la cabeza.- Bien ahora ya no discutan sobre eso, solo Allah lo sabe.
-Sera niña.- dijo la pequeña niña para luego irse corriendo mientras reía.
-¡Que no, será un niño!.- gritó el pequeño Osman corriendo tras su hermana.
-Padre.- llamó la atención Mehmet.- Mañana temprano tendremos nuestro primer entrenamiento con espada y nos preguntábamos si quería venir a vernos.
-Por supuesto hijo.- dijo el sultán.- ¿Como se sienten con saber que mañana empezarán su entrenamiento?.- preguntó a sus dos hijos menores los gemelos, Murat y Mehmet.
-Bien.- dijo el pequeño Murat desde el regazo de su padre.
-Yo también me siento bien.- dijo Mehmet desde el regazo de su madre.
-Kaan dijo que luego de que aprendamos a controlar la espada nos enseñaría algunos trucos.- dijo el pequeño Osman jadeando, llegando con su hermana detrás.
-Así es, pero solo cuando tengan buen dominio de la espada.- dijo el príncipe mayor.
-Y Abi me enseñará a usar el arco, como ella y nuestra madre.- dijo Mariham.
-Pero solo cuando tengan un buen dominio de esas armas, no quiero accidentes.- dijo la sultana.
-Está bien madre.- contestaron a coro.
-¿Donde está Hasret?.- preguntó Selim, mellizo de Mariham.-
-Está durmiendo.- dijo la sultana.- Y ustedes deberían de ir a preparase para sus clases, si no me equivoco todos tienen clases hoy.
-Ahora vayan a prepararse para sus clases, más tarde nos juntaremos para cenar en mis aposentos.- dijo el sultán dándole un beso en la frente a su hija Mariham para posteriormente besar la de su hija Abi.
Sus hijos se marcharon no sin antes despedirse de sus padres, cuando sus hijos se fueron el sultán volteó a ver a su esposa la cual se encontraba viendo con una pequeña sonrisa por donde se fueron sus hijos.- Ahora mi bella sultana, ¿Quisiera acompañarme?.- dijo dándole la mano para que su esposa se pare.-Por supuesto que si.- tomó la mano de su marido y se paró, luego, tomados de la mano, se dirigieron hacia dentro del palacio en dirección a los aposentos del sultán.
Cuando ambos iban por el famoso “pasillo dorado” empezaron a besarse y reírse, el sultán se colocó detrás de su esposa en lo que caminaban, colocó sus manos en el vientre aún plano de su esposa mientras le daba pequeños besos en el cuello a su esposa. Entraron a los aposentos en medio de besos, risas y caricias, ninguno prestó atención a su alrededor, el sultán se separó de su esposa y procedió a quitarle con delicadeza sus joyas primero procedió a quitarle la hermosa tiara que tenía, cuando dio la vuelta para ponerla en una pequeña mesa que había detrás de el se llevó la no muy grata sorpresa de que su favorita se encontraba ahí, estaba arreglada con un vestido rojo que hacía un tiempo el sultán le había regalado y traía sus mejores joyas, la pelirroja se encontraba con lo ojos ligeramente aguados.
El sultán frunció el ceño con enojo, como se atrevía a entrar de esa forma a sus aposentos, su esposa por otro lado tenía una sonrisa un tanto divertida, pues sabía que a su esposo no le gustaba este tipo de acciones.
-¿Que haces en mis aposentos Hurrem?.- preguntó el sultán con enojo.
-Yo…yo…- tartamudeo la pelirroja.- Su majestad…- susurro la rusa.
-¿!Que haces aquí!?.- dijo el sultán, la rusa alternó la mirada entre la sultana y el sultán.
-Lo siento su majestad.- dijo la pelirroja.- Con su permiso me retiro.
-Te lo vuelvo a preguntar, ¿Que hacías en mis aposentos?.- dijo con falsa calma el sultán.
-Yo sólo quería hablar con usted su majestad, pero veo que no es un buen momento.
-¿Pasó algo con mi hijo?.- la pelirroja negó.- Entonces no tienes nada que hablar conmigo, así que retírate.- la pelirroja no protesto y salió ya con las lágrimas cayendo por su rostro.
Por ese pasillo se encontraba camino el príncipe Kaan, el cual se encontraba buscando a su madre, un Agha le había dicho el sus padres estaban en los aposentos de su padre, el al ver el estado de la pelirroja posó una sonrisa divertida en su rostro, ya se imaginaba lo que había pasado.
Espero que les haya gustado este capítulo, gracias por su apoyo, Los amo <3
Créditos: @Lissette411 Hermoso capítulo:3
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La Sultana Melek
FanfictionSoy la sultana que el sultán Suleiman olvidó por un tiempo, pero después volví, en frente de mis enemigos y de todos mucho más fuerte y poderosa. ¡ATENCIÓN SU EXCELENCIA HASEKI MELEK SULTAN ESTÁ AQUÍ! Soy la sultana más poderosa de este imperio...