La Sultana Melek

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Palacio de Topkapi

En el área médica se encontraba el sultán afuera esperando que la doctora saliera para ver a su esposa, por el camino se toparon con la criada de confianza de la Valide la cual habían mandando a ver qué sucedía, el sultán más o menos le dijo lo qué pasó y le dijo que le dijera a su madre que no se alarmara que a la mañana siguiente le explicaría todo.

Por otro lado Isabel se encargó de avisarle a sus sobrinos mayores de la situación, está de más decir que tuvo que amenazar con contar su “secreto” a Kaan para que no saliera a cortarle la cabeza a la rusa.

Dentro del área médica la sultana solo se mantenía en silencio esperando que la doctora terminara de limpiar su herida, cuando Sümbul hizo acto de presencia.

-Mi sultana.- mencionó el eunuco.

-Sümbul, ¿Mis hijos?.- preguntó la sultana.

-Se encuentran durmiendo mi sultana, la princesa Isabel se encontraba con el príncipe Kaan y la sultana Abi.

-Está bien, gracias puedes irte a descansar Sümbul.- dijo al sultana, el eunuco hizo una reverencia y salió.

-Mi sultana, ya está listo, la herida fue un tanto profunda, sin embargo con estas cremas sanará rápido, trate de no hacer mucha fuerza ni lastimarse, enviaré a una de las muchachas a buscarle un nuevo vestido.- mencionó haciendo una reverencia.

-No, está bien, no hace falta.- se paró de la cama en donde se encontraba.- Le enviaré su pago con una de mis criadas.- tomo las cremas.- Gracias.- le dijo a la doctora.

-No hay de que sultana.- mencionó haciendo una reverencia, cuando salió vio a su marido esperándola.

-¿Como estás?.- mencionó el sultán.

-Me han intentado matar, ¿Como crees que estoy?.- dijo la sultana, dándole las cremas para que su marido las llevara, cuando las sultana puso los frascos en los brazos del sultán el la miro confundido.- ¿Qué? Estoy herida y la doctora me dijo que no podía hacer esfuerzo, ademas es lo mínimo que puedes hacer ya que por ti estoy así.- el sultán no dijo nada simplemente se limitó a asentir para luego seguir.
Cuando llegaron a los aposentos de la sultana ella buscó en un pequeño cofre una bolsita que contenía oro, se la pasó a un Agha con la orden de entregarla a la doctora,luego de eso fue al baño donde se despojó de la ropa sucia, limpio su herida y se puso un nuevo vestido para dormir, todo esto mientras el sultán se encontraba sentado en la cama con la espalda apoyada en la cabecera de la cama.

-¿Como estás?.- le preguntó el sultán en cuanto la sultana salió.

-Como cualquier persona estaría luego de un intento de asesinato.- respondió acostándose en la cama. El sultán solo suspiró y decidió cambiar de tema.

-¿Qué castigo les impondrás?.- preguntó el sultán.

-¿De verdad me dejarás hacerlo?.- preguntó sorprendida la sultana.

-Si, ya esto superó mis límites, tu fuiste la afectada y siento que es lo más justo que tú decidas qué hacer con ellas.

-Esperaré a dar a luz para darle su castigo, mientras tanto la dejaremos en los calabozos.- respondió la sultana acostándose de medio lado, el Sultán se limitó a rodear a su esposa, posando sus manos en el vientre de la misma para finalmente quedar ambos dormidos.

Al día siguiente todos hablaban del intento de asesinato hacia la sultana, algunos un poco menos sorprendidos que otros, pues anteriormente la rusa había hechos escenas de celos e incluso llegó a golpear en más de una ocasión a algunas criadas que el sultán mandaba a llamar, las mismas que desde que llegó la sultana no habían visitado los aposentos.

Por otro lado cuando las hermanas y la madre del sultán se enteraron del acontecimiento no pudieron ocultar la preocupación y la rabia que ocasionó el suceso. Fue casi la misma reacción que tuvieron los hijos de los mismos.

Los días pasaron, todo en el palacio era de total tranquilidad, ya el hijo mayor del sultán cumplía años, y cada vez estaba más cerca de irse de campaña con su padre, con su cumpleaños número 15 también llegaron nuevas esclavas entre ellas una que llamó la atención del príncipe heredero, cosa que no pasó desapercibida a su padre y madre, así que el sultán le permitió tener a la chica la cual era una jovencita de su misma edad, pero demasiado prepotente para su propio bien, a los ojos de la sultana solo era una chiquilla engreída, desde que se convirtió en la favorita del príncipe se pavonea por el harem como si fuera dueña y señora de él, cosa que no pasó desapercibida por la Valide sultán y las demás sultanas. Así que la Valide junto a su nuera se encargaron de hacer infértil a aquella mujer, pues no querían que esa mujer formara parte de la dinastía, en más de una ocasión la sultana Melek estuvo a punto de mandarla a matar, pero su hijo se veía feliz con ella, y no quería quitarle eso, ella solo le rezaba a Allah que llegara otra niña a la cual pudiera educar y volverla digna de su hijo, y ser digna de ser la madre de sus nietos y quien sabe, quizás hasta ser digna de ser su sucesora, pero tal vez ya había llegado aquella mujer que tanto deseaba para su hijo.

Espero que les haya gustado este capítulo, gracias por su apoyo, Los amo <3

Créditos: Lissette411 Gracias por el hermoso cap :3