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Palacio de Topkapi.


-¡Atención el Sultán Suleiman!.- exclamo el Agha así dando paso al sultán, todos los presentes a excepción de la rusa que había dado a luz se pusieron de pies e hicieron la debida reverencia, el sultán se aproximó a donde se encontraban sus hijos los observó dándose cuenta que ambos poseían el pelo de su madre.

-Su majestad.- dijo la rusa.- Le di un príncipe su majestad, nuestro hijo es hermoso.- mencionó con una sonrisa la cual se esfumó al ver que el sultán la miraba frunciendo el ceño. El sultán le hizo una señal al Agha para que le diera paso a las mujeres de su familia, las cuales entraron buscando a los pequeños, la sultana Melek suspiro un tanto aliviada pues por un momento pensó que habían sido dos niños. Las mujeres felicitaron al sultán, obviando totalmente a la mujer en la cama.

-¿Cuál nació primero?.- preguntó el sultán viendo con una sonrisa a sus hijos.

-La sultana nació primero su majestad.- el sultán tomó a su pequeña hija en brazo y procedió al nombramiento.

-Tú nombre es Neylan, Tú nombre es Neylan, Tú nombre es Neylan.- meció a la pequeña un poco y la coloco en los brazos de la madre sultana luego tomó al pequeño shezade.

-Tú nombre es Bayasid, Tú nombre es Bayasid, Tu nombre es Bayasid.- colocó al pequeño en los brazos de su hermana menor Hatice.

-Sumbul.- llamó al eunuco que automáticamente estuvo frente al sultán haciendo una reverencia.- Que lancen 30 cañonazos y que todo Estambul sepa que nacieron un príncipe y una sultana y que no olviden mencionar a su madre, La Sultana Melek.- dijo sorprendiendo a todos.

-¡No!, ¡Es mi hijo!.- gritó la pelirroja.

-Mandaste a que se deshicieran de mi hija, ¿Piensas que no te escuche? Despreciaste a un miembro de la dinastía, a una sultana, mi hija, que te hace pensar que te dejare mi hijo para que lo críes.- a este punto la pelirroja tenía lágrimas por todo el rostro. El sultán le dio la espalda a la cama en donde yacía la pelirroja, y se despidió de sus hijos, y su familia, le dio una mirada a Melek y ella solo asintió dándole a entender que se haría cargo de los niños.

Cuando el sultán salió, dentro de la habitación se encontraban todos en silencio, la rusa pensaba en cómo tener a su hijo de vuelta mientras la sultana Melek pensaba en lo idiota que había sido la rusa para despreciar a su hija.

-Deberías de tener vergüenza, ¿!Quien te crees que eres para despreciar a un miembro de la dinastía!?.- gritó colérica la madre sultana.- Agradezco a Allah y a mi hijo que te quitaran a mis nietos.- fue lo último que dijo para irse seguida de sus hijas, no sin antes dejar a los bebes acomodados. La sultana Melek se acercó a donde estaba los bebes iba a cargarlos pero la rusa gritó.

-¡No toques a mi hijo!.- gritó la rusa.

-Ya no es más tu hijo ¿O no escuchaste?. Dijo la sultana.

-¡Es mi hijo, yo lo di a luz, es mío!.- volvió a gritar esta vez intentando pararse.

-No, no lo es, ahora son mi hijos, en verdad no se que te pasa por la cabeza al rechazar a un bebé de sangre real.

-¡Yo solo voy a dar a luz a príncipes! No como tú, yo solo le daré varones al sultán, y cuando llegue la hora aplicarán La ley del fratricidio contra tus hijos.- La sultana solo se rió.

-¿Que te hace pensar que el sultán te volverá a llamar para pasar la noche con el? Después de esta falta de respeto tendrás suerte si te deja quedar en el palacio como una criada.

-El me ama.- dijo con convicción la rusa.

-Clarooo…- ironizo la sultana.- Por eso te quito a tus hijos y no te mando a llamar desde que llegue, Acabas de cometer el peor error de tu vida.- dijo la sultana tomando a la pequeña Neylan.- Sus hijas para el sultán son la luz de sus ojos, son aquella que con una sonrisa pueden lograr lo que sea, créeme soy testigo de eso.- mencionó ahora tocando la mejilla del pequeño príncipe.- Si bien los hombres son los que gobiernan, nosotras las mujeres somos los que los ponemos en los tronos, sin una mujer fuerte detrás no importa si es buen guerrero o estratega no llegará al trono.- dijo para hacerle señas a una criada para que pusiera al pequeño príncipe en su otro brazo.- Si hubieses usado la cabeza te darías cuenta que Allah te bendijo con una niña, pues ellas son las que siempre consiguen lo que quieren cuando del sultán se trata, son aquellas que respaldarán a sus hermanos durante toda su vida, son aquellas que los guiarán por el buen camino y les darán consejos para que se mantengan en el poder.- dijo camino hacia la puerta.- Porque al fin y al cabo detrás de todo buen gobernante hay una mujer fuerte e inteligente.- dijo para marcharse ignorando los grito llenos de furia de parte de la pelirroja.











Espero que les haya gustado este capítulo, gracias por su apoyo, Los amo <3










Créditos: @Lissette411 gracias por tu cap tan lindo.

La Sultana MelekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora