La Sultana Melek

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Palacio de Topkapi.

El palacio estaba de fiesta, la música en el harem resonaba fuertemente, las concubinas bailaban y reían, la madre sultana estaba radiante en su trono, junto a su hija menor, la Reina Ana estaba más que contenta y lo dió a demostrar cuando fue la primera en llegar a la fiesta del harem, la festejada había llegado minutos antes con una enorme sonrisa que absolutamente nadie podría borrar, o eso quería creer, el sultán por otro lado se encargaba de algunos asuntos del imperio junto a Ibrahim, luego de un breve momento de celebrar a su futuro hijo se marchó sin más.

Quien no habían aparecido por el harem era la familia real, exceptuando a Ana, todos estaban reunidos en la habitación de la sultana Melek, incluyendo sus hijos mayores, Kaan que ya contaba con 16 años y Abi que tenía 15 años, no se encontraban del todo contentos con la noticia, los menores por órden de la sultana Melek se quedaron con su cuñada, que amablemente se había ofrecido a cuidar a los pequeños.

-¡Ésto es el colmo!.- gritó el rey.- ¡Te irás con nosotros a Inglaterra! ¡Y me importa muy poco lo que ese hombre opine!.- agregó al ver que su hija mayor iba a hablar.- ¡Esto es indignante! ¡OOH! ¡Y Hafsa lo celebra por todo lo alto, pero me va a oír!.- “Padre” escuchó en un susurro la voz de su hija.- ¡Te sacaré de este palacio aunque tenga que derrumbarlo desde los cimientos!.- hizo una pausa y respiro profundo.- Y que Selim me perdone pero mataré a su esposa y el imbécil que tiene como hijo.- murmuró antes de desaparecer por la puerta.

-Bueno…- empezó a decir el príncipe.- Sinceramente no reaccionó tan mal.- todos lo vieron con incredulidad.- ¡Oh vamos! No fue tan malo.

-Como sea.- empezó a decir la sultana Melek.- Tenemos una fiesta a la cual asistir.- Volteó a mirar a su hermana.- ¿Nuestra invitada llegará pronto hermana?.- preguntó con una sonrisa.

-Sin duda alguna debe de estar cerca.- dijo sonriendo de vuelta.

-Tú madre no sabrá que la golpeó.- murmuró la más adulta en los aposentos.

-Bueno ya vamos quiero salir de esto pronto.

Al llegar a las puertas del harem y luego de unas breves palabras (amenazas) al agha que custodiaba las puertas dieron inicio a su plan.

-¡Atención el príncipe Eduardo de Inglaterra! Y ¡La princesa Isabel! Están aquí.- los dos entraron con la cabeza erguida y una sonrisa contenida, por otro lado Philipha miraba triunfante a su hermana, logró embarazarse del sultán, solo estaba a un paso de convertirse en sultana. Antes de que alguien pudiera hablar el guardia, inglés por cierto, volvió a llamar la atención.

-¡Atención! ¡La princesa Elizabeth de Aragón! ¡La sultana Abi! ¡El Sehzade Kaan! Y ¡Su majestad Catalina de Aragón! Están aquí.

¿Su majestad? Había escuchado mal o la llamó su majestad. Este es el peor insulto que podría haber recibido en su vida. Fueron los pensamientos de Ana cuando nombraron a Catalina.

Las mujeres entraron vistiendo clásicos atuendos de la realeza inglesa, incluyendo a Abi.

-Sultana.- dijo Melek sin siquiera reverenciarse ante la madre sultana.

-Melek.- dijo con frialdad.- No felicitarás a Philipha Hatun, está esperando un hijo del sultán.- dijo con una enorme sonrisa haciendo crecer la sonrisa a Philipha, La cual se desvaneció al escuchar la pequeña risa que Elizabeth soltó.

-Claro.- dijo con un breve tono irónico, sin embargo Sümbul interrumpió en el harem.

Luego de una reverencia le dijo algo a a la sultana Melek que casi la hace reír.- ¿Seguro Sümbul?.- preguntó recibiendo un asentimiento del eunuco que luego de una reverencia se retiró.

-¿Pasó algo Melek?.- preguntó la sultana Hatice.

-Oh sultana.- dio un falso suspiro de lástima.-Ha sucedió una tragedia.

-Habla ya Melek.- dijo irritada la
Madre sultana, ganándose una mirada de Catalina.

-Al parecer Hurrem Hatun acaba de fallecer.- dijo conteniendo una sonrisa

-¿Hurrem Hatun?.- preguntó Ana.- ¿Quién es esa?:- preguntó en dirección a la madre sultana la cual estaba más ocupada observando a su suegra oficial la cual respondió a la pregunta.

-Hurrem Hatun era una favorita.- soltó un suspiro.- Madre de un príncipe y una sultana, Lastima que no fue lo suficientemente inteligente como para saber que una falta de respeto hacia mi se paga con sangre.- dijo en un tono “triste”

-¿Que quieres decir Melek?.- dijo Ana.

-Lo que sucede es que Hurrem Hatun pensó que con darle un príncipe al sultán estaba en una posición elevada, me faltó al respeto y el sultán decidió que yo fuera quién decidiera su castigo, dejó a mi cargo a sus hijos.- suspiro.- Al parecer no soportó el castigo.- dijo con una falsa mirada de tristeza.- En fin que siga la celebración, al fin y al cabo esto es una fiesta.- dijo dirigiéndole una sonrisa cínica a Philipha, la cual estaba intentando que el temblor en sus manos no se notara.

La sultana disimuladamente se posó cerca de Philipha y dijo.- Buena suerte bastarda, y bienvenida a tu peor pesadilla.- dijo con una sonrisa para posteriormente sentarse correctamente, sin saber que su invitada estaba en el suelo turco.

Quieres guerra, guerra tendrás, pero sabes que no podrás ganar...

Gracias por su apoyo, las lecturas y las vistas, los amo mucho<3

Créditos: Lissette411 :)